¿Por qué a los concesionarios no les interesa vender coches eléctricos?

Investigadores de la Universidad de Aarhus en Dinamarca y de la Universidad de Sussex en Reino Unido han llevado a cabo un interesante estudio para analizar el interés de los concesionarios a la hora de vender coches eléctricos. En total visitaron 82 concesionarios en 15 ciudades de cinco países nórdicos: Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia. Los investigadores se hicieron pasar por clientes interesados ​​en comprar un coche eléctrico, para así poder conocer de primera mano la forma de proceder de los vendedores, su interés, el nivel de conocimientos sobre el producto que tienen, etc.

El personal de ventas desalentó de forma continua a los investigadores, intentando evitar que compraran un coche eléctrico. En más del 75% de las visitas a los concesionarios los comerciales ni siquiera dieron a entender que vendieran coches eléctricos. En dos tercios de los concesionarios, los vendedores redirigieron a los investigadores hacia coches de combustión. En numerosos casos, los empleados despreciaron de forma activa los coches eléctricos, proporcionaron información errónea sobre la carga o los incentivos fiscales existentes, y en líneas generales los describieron como una alternativa inferior a los coches térmicos.

Considerando que los países nórdicos son probablemente de los más avanzados del mundo a nivel de aceptación del coche eléctrico por parte de la población (los eléctricos a baterías suponen más del 20% de las ventas de vehículos nuevos en Noruega, y la cifra supera el 40% si añadimos los híbridos enchufables), es de esperar que en países como España la experiencia de compra sea incluso peor que lo que refleja el estudio.

¿A qué se debe que los comerciantes prefieran promocionar las ventas de los coches térmicos? Según los responsables del estudio, es un reflejo de las políticas de los gobiernos respecto al coche eléctrico. Así, consideran que fuera de Noruega todavía existen demasiados incentivos para la compra de coches térmicos. Además, los vendedores tienden a priorizar las ventas de los coches que más fáciles son de «colocar», y desde luego, para vender un coche eléctrico a día de hoy hacen falta conocimientos muy específicos del producto y ser consciente de que no es una opción para todos.

Tampoco debemos olvidar que normalmente los vendedores trabajan con un stock más limitado de coches eléctricos por la baja producción, y que de cara a las revisiones les sale más rentable vender un coche de combustión, pues un coche eléctrico apenas tiene elementos de desgaste o líquidos que cambiar, si bien es probable que este último punto no sea tenido en cuenta por los vendedores, pero sí por el propio concesionario a la hora de promocionar las ventas.

Una posible solución es vender coches eléctricos de forma separada a los coches diésel y gasolina en locales específicos con personal especialmente formado en este tipo de vehículos. Una solución que ya está comenzando a explorar Renault con sus tiendas exclusivas para su gama eléctrica Z.E.

Fuente | The Next Web