El Mini eléctrico será un BMW i3 con un diseño diferente

El Mini eléctrico será un BMW i3 con un diseño diferente

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Publicado: 03/09/2018 11:10

Para muchos el BMW i3 es uno de los mejores coches eléctricos del mercado en esta primera generación. Es potente, gracias a sus 170 CV, 184 CV con la renovada versión i3s, que se ven amplificados con el bajo peso resultante de usar la fibra de carbono en su cuerpo. Además es muy eficiente, algo en lo que colabora además del precio, unas ruedas extremadamente delgadas que reducen el consumo. Pero para otros muchos tiene un problema, su diseño.

Y es que el i3 cuenta con un aspecto que rompe de forma radical las líneas habituales de BMW. Una forma de diferenciar al eléctrico del resto. Una política que cuenta con opiniones favorables, y contrarias.

El i3 tiene algunas peculiaridades, como por ejemplo el contar con cuatro puertas, pero con unas traseras de tamaño más pequeño que necesitan que se abran las de la parte delantera para poder desbloquearse. Algo que supone una pequeña molestia en algunas situaciones de poco espacio. Esto tiene su extensión a que las ventanillas traseras no puedan abrirse. Son fijas.

Precisamente para los que el diseño del i3 no termine de convencerles, BMW esta preparando una alternativa que básicamente clonará a nivel técnico las cualidades del primero, y los aplicará en el futuro Mini eléctrico.

Esta versión llegará al mercado en 2020, y lo hará si no hay novedades con el mismo sistema de transmisión y el mismo motor de 135 kW (184 CV) que monta el i3s. Es de esperar que en el caso del Mini, BMW no opte por la fibra de carbono, por lo que la aceleración será ligeramente inferior, aunque seguro que se convertirán en uno de los Minis más rápidos de la gama, acercándose bastante a los 6.6 segundos hasta los 100 km/h que logra el más potente, el John Cooper Works.

En cuanto a sus baterías, el Mini eléctrico podría utilizar las mismas celdas de 120 Ah que estrenará el BMW i3 a finales de año. Un pack de unos 42 kWh que le dará una autonomía bajo el ciclo WLTP en torno a los 350 kilómetros. Debería también ser capaz de acceder a cargas rápidas en formato CCS Combo por encima de los 50 kW.

El resultado será un BMW i3 con un diseño diferente. Una forma de amortizar la inversión realizada en el BMW, aplicando esta tecnología y experiencia en otro modelo icónico que llegará para ofrecer una alternativa algo menos vanguardista a nivel de aspecto exterior, manteniendo toda la tecnología en el aspecto eléctrico.

Una propuesta que como recordamos, comenzará su producción a finales del próximo año, con unas primeras entregas que se estiman para el primer trimestre del 2020.

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