Los grupos Volkswagen y Ford han confirmado sus conversaciones para colaborar en diferentes proyectos, para lograr una mayor eficiencia de sus líneas. Algo que se extenderá también al sector del coche eléctrico y autónomo. Un acuerdo de gran alcance entre dos de los fabricantes más potentes del mercado.
Los primeros rumores apuntan a que Volkswagen permitirá a Ford el uso de su plataforma modular eléctrica MEB, algo que permitirá ahorrar costes de desarrollo a Ford, así como rentabilizar mucho más pronto la plataforma a Volkswagen, y que desde el grupo alemán incluso se ha indicado estar abiertos a replicar con acuerdos con otras marcas.
El objetivo es lograr un elevado volumen de producción desde el primer momento, para conseguir reducir los costes en la medida de lo posible. Algo que facilitará el ser más competitivos a nivel de precios en un mercado que vivirá una verdadera explosión de oferta eléctrica en los próximos 12 meses.
Además de competitivos a nivel económico, Volkswagen y Ford también trabajan en solucionar los posibles cuellos de botella que están frenando las ventas de algunas marcas. Frenos centrados principalmente en un bajo nivel de suministro de baterías por parte de las empresas contratadas.
Es por eso que VW y Ford están trabajando con Bosch para poner en funcionamiento una instalación de producción de baterías en Europa. Una fábrica en la que compartirán costes y producción, y que las fuentes indican estará situada en el estado de Renania del Norte-Westfalia, Alemania.
De momento no se ha indicado si esta planta se dedicará sólo al ensamblado de packs, o también se encargará de la fabricación de celdas. Una importante diferencia a nivel económico que supondrá una u otra cantidad a destinar para esta iniciativa.
Por supuesto este proyecto atiende a la necesidad de un plazo medio, ya que como es habitual necesitará entre dos o tres años como mínimo para estar operativa y lograr un volumen de producción significativo. Algo que nos lleva al menos hasta el periodo 2022-2023 para poder ver en acción esta instalación.
Suena una fecha lejana, pero si Volkswagen y Ford quieren cumplir con sus objetivos de ventas, poner a la venta 30 modelos eléctricos y alcanzar entre 2 y 3 millones de unidades al año, tendrá que invertir fuerte no sólo en la compra de baterías a los suministradores externos, sino también comenzar a producir sus propios packs. De lo contrario corre el riesgo de quedarse atrás en caso de que sus socios no sean capaces de satisfacer una demanda que vivirá una explosión en la próxima década.
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