El pasado mes de marzo veíamos como las entregas de los modelos eléctricos de Hyundai empezaban el año con una importante bajada. Por ejemplo el Kona eléctrico veía como sus cifras de matriculaciones se reducían un 50% respecto al mismo periodo del año anterior. Un descenso realmente llamativo si tenemos en cuenta la fuerte demanda que provoca que los nuevos clientes tengan que afrontar largas esperas.
Ahora el diario alemán Bild ha publicado un gráfico en el que se muestra como este mes de abril las ventas de coches eléctricos de Hyundai y de KIA siguen a la baja, y estas ocupan las últimas posiciones de los modelos más populares del mercado europeo.
De esa forma podemos ver como propuestas tan interesantes y competitivas como el KIA Niro, el Hyundai Kona y el Hyundai IONIQ, ocupan tres de las cuatro últimas posiciones en cuanto a ventas, empatando con el último, el Volkswagen e-Up. Un listado comandado por el Renault ZOE y el Tesla Model 3.
La teoría de esta extraña coincidencia según el medio alemán, es que el grupo coreano estaría reduciendo de forma voluntaria la producción en sus líneas de fabricación, todo con el objetivo de contar con más unidades para el próximo año. Un año donde entrarán en vigor las nuevas normas de emisiones de Europa, que reducirán las tasas actuales y que obligará a alcanzar una mayor cuota de coches eléctricos vendidos.
Graphic published in @bild indicates #Hyundai and #Kia – among others – likely delaying 2019 EV deliveries to 2020 to lower CO2 fleet average emissions when new targets introduced. Kia already renowned for likely gaming last EU #CO2 goals with mass Kia e-Soul exports from 🇩🇪→🇳🇴 pic.twitter.com/zEp5qgPv5P
— Matthias Schmidt (@auto_schmidt) 28 de abril de 2019
Además también apuntan a una presunta maniobra poco ética, aunque legal, de usar el truco de registrar cientos de unidades del nuevo Soul eléctrico en mercados como Alemania, para luego exportarlos directamente a Noruega. Una forma de lograr justificar emisiones ante las autoridades de la UE, para unos coches que terminan fuera del mercado único y que no llegan a estar disponibles para los clientes europeos.
Sin duda estamos ante una maniobra que retuerce la legalidad para reducir los costes de unos vehículos que muy posiblemente supongan una pérdida económica para la marca. Algo que tiene mucho que ver con su bajo nivel de producción, que además se ve frenada por el efecto de la entrada de las nuevas normas sobre emisiones. Algo que tendrá como consecuencia que este año será todavía más difícil hacerse con una unidad eléctrica de Hyundai y de KIA.
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