El pasado año ha sido el del inicio de la producción de uno de los coches eléctricos llamados a revolucionar el mercado. Hablamos de un Hyundai Kona eléctrico, que llegó al mercado internacional de la mano de una combinación de lo más interesante que incluía el estar en un segmento más de moda que nunca, los todocaminos compactos, con un sistema de propulsión potente, y sobre todo una batería que en su versión de 64 kWh le proporcionan más de 400 kilómetros reales.
El precio aunque no es para nada barato, todo lo contrario, al menos si ofrece una alternativa de lograr más de 400 km reales por menos de 40.000 euros. El primer coche eléctrico que logra romper esa barrera. Pero el Kona eléctrico no se escapa de un problema que está atenazando las ventas de prácticamente todas las marcas del mercado, la falta de baterías.
Y es que esta es la única razón para explicar el bajó que ha sufrido el todocamino coreano en este inicio de año. Podemos pensar que la baja capacidad del 2018 era fruto de un inicio de producción, que necesita un periodo para afinar la maquinaria y terminar de preparar a la red de concesionarios. Algo que se supone debería tener como resultado unas ventas en constante crecimiento.
Pero esto no está sucediendo. Después de terminar el pasado año con una dinámica muy positiva, con 5.408 y 5.350 unidades vendidas en noviembre y diciembre, enero y febrero de 2019 han arrancado con unos número muchos más modestos. Concretamente con 3.074 unidades en enero, y 2.168 en febrero.
El gráfico de la producción del Kona nos muestra que el fabricante asiático tiene algún problema con la producción, y es que en su primer año, un modelo tan competitivo como este debería tener una línea ascendente. Pero ha pasado de lograr 2.196 unidades en su cuarto mes en producción, a bajar a las 956 unidades en el sexto mes. Algo realmente llamativo.
Las estadísticas también muestran que la demanda del Kona en su mercado local (línea roja del gráfico) se han desplomado hasta casi llegar a cero entregas. Otro factor que nos desconcierta después de una acogida que ha seguido el ritmo del mercado internacional, justo hasta el mes de noviembre, cuando parece que Hyundai ha desviado toda su producción al extranjero. Un movimiento del que parece que no se han recuperado.
La explicación más plausible es que Hyundai no está contando con un suministro constante de baterías, y debe adaptar la producción a este factor. Un extremo realmente preocupante para las marcas que han decidido dejar en manos de terceras empresas el trabajo de fabricar las baterías, y que en esta primera fase con una demanda muy limitada por culpa de los precios, ya no son capaces de cumplir con los niveles de pedidos del mercado.
Algo que tiene como resultado unas esperas cada vez más largas por un Kona eléctrico. Un factor que no parece que vaya a ir a mejor en los próximos meses en los que el grupo Hyundai-KIA lanzará nuevas propuestas, como el Niro y el nuevo Soul eléctricos, a los que este otoños se sumará el nuevo IONIQ, que absorberán una parte de las baterías que entregará LG al fabricante asiático.
Relacionadas | LG amenaza con romper los acuerdos de suministro de baterías si Volkswagen firma con SK Innovation