El camino hacia el coche eléctrico supone un cambio en el modelo de negocio de muchos de los fabricantes tradicionales. Algunos han realizado la transición antes que otros ofreciendo modelos eléctricos desde hace ya un tiempo como parte de su gama, otros, sin embargo, aún no han decidido dar el paso por electrificar su gama al completo. En el caso de Smart, la división de coches urbanos del grupo alemán Daimler, la decisión que han tomado es la de dejar de producir coches de combustión para el año 2020.
Pese a que Daimler estaba valorando dos escenarios; la desaparición de la marca, o su transformación en un fabricante al 100% de coches eléctricos. Finalmente, parece que la decisión más lógica a la vista de la dinámica del mercado, que cada vez demanda más vehículos eléctricos, es la que se llevará a cabo a partir del año 2020. Una alternativa que por otro lado se enfrenta a problemas como la tendencia del consumidor hacía los SUV, incluso en segmentos pequeños, así como el enorme coste que supondrá la transformación de la marca en eléctrica.
En la actualidad Smart ofrece 3 modelos con una variante eléctrica, los Smart EQ forfour, EQ fortwo y EQ fortwo cabrio. Modelos que tienen como objetivo conquistar las calles de las ciudades gracias a su compacto tamaño, que enfatiza el uso urbano de estos vehículos y proporcionan una maniobrabilidad imposible de ver en coches más grandes.
La eliminación de las variantes de gasolina de la gama Smart, supondrá al fabricante mejorar su imagen con respecto al cuidado del medioambiente. Esto también hará que el público visualice a la marca como un sinónimo de la movilidad eléctrica, algo que ya ocurre debido al conocido servicio de carsharing car2go que utiliza Smart fortwo totalmente eléctricos.
Como punto negativo, la eliminación de las variantes de gasolina supondrá un aumento en el precio de partida de todos los modelos debido a que las motorizaciones eléctricas y sus baterías tienen un mayor impacto en el coste de fabricación de cada unidad. Para evitar esta situación Daimler podría trasladar la producción de Smart eléctrico a China en colaboración con el fabricante local BAIC. Una empresa en la que la propia Daimler tiene un 4% de participación, lo que facilitaría el acuerdo.
Con este movimiento, Smart se centrará exclusivamente en el mercado de los coches eléctricos, un sector que está creciendo de forma exponencial con el paso de los años y que se espera que crezca aún más.
Fuente | Daimler