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Mitos y verdades relacionadas con la carga de coches eléctricos. Potencia necesaria, tiempos de carga, costes…

Tal vez sea, la carga de vehículos eléctricos, el aspecto de su uso que mas mitos acumula entre el público. Lo que se suele oír, entre personas que nunca han tenido un coche eléctrico suele ser muy variadas.

Desde el  «Uy, pero eso tiene que tirar mucho del contador, me tocaría cambiarlo.» pasando por el «¿y cuantas horas tienes que cargarlo? Porque yo he oído que hacen falta 12 horas.» «Con lo cara que está la luz, y que cada vez sube más, eso tiene que salir carísimo.»

Cada cual, dependiendo de su experiencia con vehículos eléctricos tendrá su verdad, que será mas o menos cierta, o totalmente equivocada. En este artículo vamos a intentar aportar algo de información al respecto.

Potencia utilizada durante la carga de un coche eléctrico

Un coche eléctrico se puede configurar para utilizar tanta potencia como se quiera, hasta el máximo de que sea capaz el vehículo.

En los modelos que van saliendo al mercado, esta potencia está ya fuera de las posibilidades de cualquier usuario domestico, e incluso de los usuarios con acceso a instalaciones industriales. Cualquier modelo actualmente a la venta dispone de un mínimo de 50 kW de potencia máxima de carga, siendo ya habitual que soporten potencias mucho mayores.

En cuanto al mínimo, en cualquier caso es de 6 amperios, que a los 230 voltios habituales en nuestro país, son 1380 vatios. Una lavadora corriente tiene una potencia de 2300 vatios.

Cualquier vivienda que tenga potencia para poder usar una lavadora puede por tanto cargar un vehículo eléctrico. Como ejemplo diré que yo, ahora mismo, estoy de vacaciones en una casa en el campo cuya instalación eléctrica, bastante deficiente, no me inspira confianza para cargar a mucha potencia, y estoy cargando mi coche precisamente a esa potencia mínima de 1.380 vatios.

Desde los 1.380 vatios (1.38kW) a los 50.000 vatios (50 kW), se puede cargar a cualquiera de las potencias intermedias, aunque lo habitual suele ser que con el Cable de Recarga Ocasional (CRO) incluido con el coche, suele estar la carga limitada a los 10-12 amperios que puede manejar con seguridad un enchufe domestico corriente. (A pesar de esto las marcas recomiendan siempre tomar precauciones como las de instalar un enchufe convencional reforzado, para poder realizar este proceso de una forma más segura, o mejor todavía, instalar un cargador específico como comentamos a continuación.)

Luego existen puntos de recarga específicos, comúnmente denominados con la marca comercial wallbox, que pueden proporcionar mas potencia, hasta el máximo soportado por el cargador embarcado en el coche, que suele ser hasta 7,4 kW, o en algunos casos 22 kW, pero esta última solo es posible utilizando corriente trifásica, que no suele estar disponible en las viviendas de nuestro país, aunque si tiene gran presencia en lugares como Alemania. Potencias mayores solo están disponibles usando puntos de carga en corriente continua, mucho más caros y que suelen instalarse solamente en sitios públicos.

En los hogares españoles, suele haber contratada una potencia de 3,45 kW como mínimo casi absoluto, aunque hay personas que se conforman con 2,3. Esta potencia de 3,45 kW es la mínima que permite, por ejemplo, poner una lavadora y a la vez tener otro consumo como pudiera ser un secador o algún fuego de la vitrocerámica o el microondas. Por eso suele ser el mínimo por el que optan la mayoría de personas.

Aún con todo, salvo viviendas realmente antiguas, tanto la instalación interior como la de enlace (mal llamado, el contador), en la mayoría de los casos están preparadas para contratar potencias mas elevadas, lo que refuta que haga falta “cambiar el contador”, pero el que se pueda subir la potencia sin problema no quiere decir que sea necesario. Veamos por que:

Generalmente, los vehículos eléctricos se cargan por la noche, que es cuando sus usuarios descansan, y también porque es cuando la electricidad es mas barata, lo que elimina de un plumazo la concurrencia de su carga con otros consumos de la casa.

Hay otro factor que invalida la teoría de que tener un coche eléctrico supone aumentar la potencia contratada, y es que cada vez más cargadores domésticos tienen control dinámico de la potencia de carga, de manera que cuando el consumo de la casa crece, la potencia demandada por el coche disminuye, con el objetivo de no sobrepasar la potencia contratada, sin necesidad de hacer continuas cábalas acerca de que aparatos podemos enchufar y cuales no cuando está cargando el coche.

Por otro lado, existe la tentación de pensar que, es necesario tener la máxima potencia disponible para poder afrontar esos casos especiales y poco habituales en los que sería necesario hacer una carga especialmente rápida. Pienso que es un error, existiendo puntos de recarga públicos de potencias que son imposibles de alcanzar por un particular, y que cada vez van a ser más habituales en nuestra geografía. Esas recargas tienen un coste “alto”, sí, pero si no deben ser frecuentes es preferible ese coste añadido que el coste fijo de tener disponible siempre una potencia que solo se usa de forma esporádica.

Por cierto, el coste de recargar 400 km en un punto de recarga rápida (usando las tarifas de EasyCharger o Iberdrola) es 20 euros.

Tiempo de carga

El tiempo de carga se puede estimar de varias maneras. La mas intuitiva, pero no por ello correcta, es la que dice, que el tiempo de carga es el resultado de dividir la capacidad de la batería entre la potencia de carga. Por ejemplo:

Un Hyundai Kona tiene una capacidad de 64 kWh, en su versión mas dotada. Tomaremos este coche para nuestro cálculo, ya que es una capacidad bastante intermedia entre las que se comercializan en la actualidad. Tomaremos también la potencia de 3,45 kW del apartado anterior.

64 kWh / 3,45 kW = 18,55 horas, que contando perdidas y proceso de equilibrado de las celdas puede llegar a 20 horas.

Está claro que 20 horas es un tiempo excesivo, para cualquier usuario, ya que el día solo tiene 24, pero este acercamiento se demuestra incorrecto desde el momento en que tal duración de carga supone que estamos recargando alrededor de 400 kilómetros. ¿Quien recorre 400 km todos los días? Muy pocas personas, y, aun en el caso de que se diera, es un caso excelente para optar por un vehículo eléctrico, por su muy superior economía de uso, que haría muy rentable realizar un aumento de potencia.

Si esa persona decidiera aumentar la potencia para poder realizar esos 400 km. diarios, bastaría con simplemente doblarla, 6.9 kW, cargando en 10 horas, que es el mínimo que una persona suele estar en su casa, preparando la comida, realizando tareas domesticas, descansando… Y ese aumento le costaría menos de 15 euros adicionales al mes, que recupera sobradamente en el primer día del mes por la enorme diferencia de coste de uso respecto a un modelo diesel o gasolina.

Un acercamiento mas real es el de estimar, en el tiempo de carga deseado, qué potencia hace falta para cargar el kilometraje diario habitual. Para ello hace falta saber el consumo por kilómetro, que en el caso del Kona se cifra en aproximadamente 16 kWh por cada 100 kilómetros de uso mixto.

Si por ejemplo se realizaran 100 kilómetros diarios y se deseara que la carga dure un máximo de 10 horas:

100 kilómetros x 16 kWh/100km = 16 kWh / 10 horas = 1,6 kW

Como vemos, con los 3,45 que tenemos contratados, da sobradamente para cargar toda la demanda diaria.

Si quisiéramos cargar en un máximo de 6 horas, para hacerlo en el tramo horario supervalle, mas económico:

100 kilometros x 16 kWh/100km = 16 kWh / 10 horas = 2,66 kW

Nuevamente es suficiente con la potencia contratada para cargar esos 100 kilómetros, en solo seis horas, y como sobra tiempo, está claro que se podrá hacer en el tiempo requerido, incluso contando con el tiempo de equilibrado de celdas y las perdidas de energía. Y si se bajara la potencia de carga por haber encendido algún aparato de alto consumo, probablemente también sería suficiente.

Tratándose de cargas rápidas, dependiendo de la potencia del poste y de la máxima admisible por el vehículo, el tiempo de carga sería de casi 2 horas en el caso mas desfavorable (batería de 64 kWh, que daría para unos 400 km, y punto de carga de 50 kW) o poco más de media hora en el caso de potencias de carga como las que planean los diferentes gestores de carga y que ya empiezan a instalar en las nuevas localizaciones.

Coste de carga de un coche eléctrico

Nos basaremos también en el consumo de energía de 100 kilómetros diarios para calcular cuanto cuesta, mensualmente la carga de un coche eléctrico. Para ellos asumiré como que los días de fin de semana se recorre la misma distancia que para ir al trabajo.

Caben diferentes escenarios, dependiendo de cual es la tarifa contratada, pero vamos a asumir los dos mas comunes: uso de tarifa valle (mal llamada nocturna) con PVPC y uso de alguna tarifa específica para vehículos eléctricos.

Para tarifa valle, cuyo coste medio es de 0,07 euros + impuestos:

Sabiendo que son 16 kWh diarios, los 30 días de un mes salen a 16 kWh x 0,07 x 30 = 33,60 euros. Si sumamos el IVA y el impuesto eléctrico son 42,33 euros de consumo añadido al importe anterior sin carga de coche. Dejémoslo en 45, por las pérdidas en el proceso de carga.

Si en cambio usamos una tarifa a 0,03 euros el kWh, tarifa que ofrecen algunas empresa eléctricas, cuyo coste puede llegar a los 0,03 euros + impuestos:

Sabiendo que son 16 kWh diarios, los 30 días de un mes salen a 16 kWh x 0,07 x 30 = 14,40 euros. Si sumamos el IVA y el impuesto eléctrico son 18,14 euros de consumo añadido al importe anterior sin carga de coche. Aproximadamente 20 euros contando las pérdidas. En este caso concreto, deberemos tener en cuenta que el coste del consumo doméstico aumentará, por el mayor precio del kWh fuera de horas promocionadas.

Si hiciéramos ese kilometraje con un vehículo a diesel o gasolina, ese coste sería de más de 200 euros.

De todas formas, pocas personas hacen un kilometraje tan elevado, por lo que, si con tantos kilómetros, no supone un problema la carga de un vehículo eléctrico, con uno mas normal y reducido, supone menos problemas todavía.

De manera que queda pues demostrado que la recarga de un vehículo eléctrico no supone ningún problema para la instalación propia, así como también han declarado Red Eléctrica y las diferentes distribuidoras de electricidad, que no supone ningún problema para la red pública.

PD: No voy a pormenorizar el coste en eléctrico (aumento de potencia incluido) y diesel, con el primer supuesto de 400 km. diarios, pero si voy a dar las cifras: 150 euros con eléctrico y 780 euros con diesel, mensuales en los dos casos, lo que supone un ahorro de 7.500 euros anuales en el caso del eléctrico.

Aunque hay que reconocer que son cifras extremas para las que, quizá en algunas situaciones el coche eléctrico no sea todavía una buena elección, de ser algo a repetir todos los días. En el caso de hacer una recarga rápida en algún punto público, recuerdo el coste, unos 20 euros por cada 400 km.

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Acerca de Jesús Gómez: Divulgador y fan de la sostenibilidad en sus muchas vertientes. Bueno, más que fan, pienso que es una necesidad en el mundo moderno. Anecdóticamente, además de informático fracasado, también soy instalador eléctrico por lo mis inquietudes medioambientales pasan necesariamente por mi oficio actual. Interesado en todo tipo de ciencias, especialmente física y todo lo relacionado con la exploración y observación del espacio.

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