El proyecto ID se ha convertido en uno de los pilares del futuro del grupo Volkswagen. Un modelo que muestran la importancia de esta iniciativa que supondrá transformar de forma radical la oferta del primer fabricante a nivel mundial, y donde los coches eléctricos jugarán un papel principal. La cuestión es que hay retos por delante que podrían poner en riesgo estos objetivos, y uno de ellos es el elvado precio de componentes como las baterías.
Volkswagen como hemos visto, comenzará su expansión definitiva en el sector en un segmento de acceso que podríamos situar en la parte baja de la oferta. No son grandes berlinas ni todocaminos, sino compactos como el propio ID.3. que desde la marca se ha querido comparar con otro modelo clave en la historia de la marca como ha sido el Escarabajo.
Pero para lograr un precio competitivo, y además un margen de beneficio por unidad, es necesario que el precio de las baterías baje de forma importante. Algo que desde la propia Volkswagen han confirmado.
Estas declaraciones llegan de forma no oficial desde fuentes internas citadas por el New York Times, y en ellas se pone de relieve que los trabajos con los suministradores sumado a la economía de escala que están logrando gracias al elevado número de reservas que acumula el grupo, han permitido que el precio del kWh haya bajado ya de los 100 dólares.
Este dato sería de crucial importancia ya que los expertos han determinado esa barrera psicológica como la que permitirá lanzar coches eléctricos a precios a la altura de los de combustión interna. Ademas permitirá acelerar el lanzamiento del ID.3, que como recordamos llegará de la mano de una edición especial «First Edition» dotada de una batería de 58 kWh y 420 kilómetros de autonomía WLTP, que comenzará sus entregas a mediados del 2020 con un precio por debajo de los 40.000 euros.
Pero poco después VW lanzará la versión de acceso del propio ID.3, con 45 kWh y que tendrá que luchar contra otras propuestas de similar precio, como el Renault ZOE. Algo que obligará al fabricante ajustar su coste que no debería subir demasiado de los 30.000 euros. Algo que necesitará una bajada de los costes de producción de la batería que parece están logrando.
Un extremo que no sólo permitirá que el ID.3 llegue como estaba previsto al mercado, sino que sus cifras económicas servirán para que el consejo de administración de Volkswagen pise el acelerador de cara a una profunda transformación de su oferta con la llegada de nuevas y más variadas propuestas, como el ID.4X, un todocamino, y también la esperada ID.Buzz. El microbús que precederá a otros modelos como el ID.Vizzion, que supondrá la ampliación hacia segmento de lujo.
