Murray Energy Holdings Co, el mayor productor privado de carbón de Estados Unidos, se ha declarado en bancarrota en plena caída de la demanda de esta materia prima. La compañía tendrá que reestructurar más de 2.700 millones de dólares de deuda. Los prestamistas proporcionarán a la compañía 350 millones de dólares para mantener sus operaciones en funcionamiento durante dicha reestructuración.
«La compañía declaró el martes que nombró a Robert Moore como presidente y director ejecutivo de Murray Energy. Según el acuerdo de reestructuración, el grupo de prestamistas formará una nueva entidad, llamada Murray NewCo, que buscará adquirir los activos de la compañía, con [Robert] Murray como presidente y Moore como director ejecutivo».
Robert Murray fundó la compañía en 1988, y ha sido históricamente un gran defensor de la industria del carbón. La empresa donó un millón de dólares a un Comité de Acción Política que respaldó a Trump durante las elecciones, pues el candidato en aquel momento prometió revivir la industria del carbón. Anteriormente, Murray ya había luchado contra las iniciativas a favor del medio ambiente de Barack Obama.
«Robert Murray, negacionista del cambio climático y director ejecutivo de Murray Energy Corporation, una de las firmas mineras de carbón más grandes de los Estados Unidos, calificó a Tesla de ‘fraude’ por recibir subsidios sin obtener ganancias. El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, respondió a Murray diciendo que ‘el verdadero fraude que está ocurriendo es la negación de la ciencia climática’, y sugirió que la propia compañía de Murray se estaba beneficiando de los subsidios y que ambos deberían intentar competir sin ninguno», informaba en 2016 Electrek.
En enero de 2018, la Comisión Federal Reguladora de Energía (FERC) de Estados Unidos rechazó una propuesta de la administración Trump mediante la cual se pretendía subsidiar las centrales nucleares y de carbón. Curiosamente, Trump había nominado a cuatro de los cinco miembros de la FERC. La Comisión declaró que la normativa no cumplía con los requisitos legales «claros y fundamentales», pues daba un trato preferencial a ciertos recursos sin pruebas de que el resultado fuera «justo y razonable».
«El carbón es responsable de más de 800.000 muertes prematuras al año en todo el mundo y de muchos millones de enfermedades, tanto graves como menores», afirma End Coal. Por otro lado, se calcula que el uso de carbón causa el 44% de las emisiones globales de dióxido de carbono.
Fuente | Bloomberg
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