Esta semana hemos sabido que la fábrica que Tesla prepara en China ha recibido el permiso de las autoridades para comenzar a operar. Algo que nos indica que las líneas de producción están preparadas para comenzar a ensamblar coches. Ahora también hemos recibido nuevos datos de esta estratégica planta que sin duda tendrá una fuerte influencia en el mercado del coche eléctrico.
Según medios locales, la inversión realizada hasta el momento en la instalación habría ascendido hasta los 1.700 millones de euros al cambio. Una cifra que habría permitido levantar la primera fase de la fábrica que continuará con su ampliación en los próximos meses.
En esta fase se han levantado hasta cuatro talleres, tanto la zona de prensa de piezas, ensamblado, como pintura, y la principal novedad es que Tesla ha optado por completar la zona con un espacio donde fabricarán muchas de las piezas del vehículo para reducir al máximo la necesidad de acudir a suministradores externos. Tal como están haciendo en la fábrica de Fremont donde incluso se fabrican los propios asientos de los vehículos.
Esto tiene importancia ya que de esta manera Tesla reduce el riesgo de incumplimiento por parte de los fabricantes locales, y también la necesidad de importar componentes que encarezcan el producto final. Algo que se extenderá en una segunda fase de construcción, que tendrá lugar a lo largo de 2020, donde también se habilitará una zona donde se fabricarán los packs de baterías. Un extremo también de gran importancia pero donde todavía no se sabe si serán solo packs, o también se fabricarán las celdas. Algo que supondría unir en una misma instalación los trabajos que en Estados Unidos hacen dos.
Pero sin duda la parte más interesante es la relacionada con la capacidad de producción. Hasta ahora sabíamos que antes de finalizar este mismo año europeo, 2019, comenzarán a salir coches y ser entregados a los primeros clientes. Todo un hito ya que supondría lograr levantar y poner en marcha la fábrica en menos de un año.
Ahora también sabemos que el objetivo de Tesla es que para finales de año chino, que arranca el 24 de enero de 2020, esperan lograr ya alcanzar una producción de 3.500 unidades a la semana, con una estimación de conseguir sacar adelante unas 150.000 unidades en el primer año.
Una cifra realmente optimista si tenemos en cuenta el tiempo que necesitó Tesla para lograr esa cifra en su fábrica de California, pero que por otra parte podría ser factible gracias a la experiencia ganada precisamente con la puesta en funcionamiento de esa planta, que era la primera de los norteamericanos.
Una instalación china que permitirá a Tesla lograr un nuevo ritmo en economía de escala, lo que aumentará sus beneficios gracias a unas unidades que serán vendidas en el que posiblemente sea su mercado más rentable. Al mismo tiempo se liberan unidades para Estados Unidos y Europa, donde Tesla podrá acelerar los plazos de entrega.
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