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¿Estrenará el Tesla Model S unas baterías de 130 kWh el año que viene?

El año que viene, Tesla lanzará un restyling del Model S, su modelo más veterano: la berlina ejecutiva del segmento E salió al mercado en el año 2012, y desde entonces solo ha recibido un ligero lavado de cara en 2016. Estando la compañía centrada en el lanzamiento de los nuevos Model Y, Semi, Roadster y «pick-up», no parece que vaya a sustituir a corto plazo un modelo que por otro lado ha envejecido muy bien, mostrándose competente frente a rivales recién llegados como el Porsche Taycan.

Por ello, la firma someterá a un lavado de cara relativamente profundo al modelo para que aguante un tiempo más hasta la llegada de su sustituto. Aunque el diseño no sufrirá demasiados cambios, podemos esperar la aparición de unas ópticas renovadas y de unos paragolpes de nueva factura que le darán un aspecto actualizado.

Por dentro los cambios serán mayores, con un salpicadero de diseño horizontal similar al del Model 3, pero con instrumentación tras el volante y una pantalla táctil sin marco. La calidad del habitáculo probablemente sea mejor que en el modelo actual gracias a la experiencia de fabricación acumulada por la marca en los últimos tiempos.

Mecánicamente, se mantendrá la configuración recién estrenada en la actualización Raven (gracias al uso de un motor delantero más eficiente similar al del Model 3, el actual Model S Long Range es capaz de alcanzar los 600 km de autonomía bajo el realista ciclo de homologación americano EPA). También se conservarán las nuevas suspensiones neumáticas adaptativas, que mejoran el comportamiento dinámico y el confort del vehículo, si bien podrían sumarse algunos otros ajustes en el chasis.

Las baterías en un principio emplearán las celdas 2170 de Panasonic que ya equipan los Model 3, y se utilizará el mismo sistema de empaquetado y refrigeración. Esto se traducirá en una capacidad mayor en el mismo pack y en el uso de siete tubos de refrigeración por módulo en lugar de los dos actuales. Aunque algunas fuentes señalan que las versiones tope de gama llegarán a los 130 kWh, por el momento no hay nada confirmado de forma oficial, si bien esto se traduciría en una autonomía de más de 750 km EPA.

La carga llegará como mínimo a los 250 kW de potencia en corriente continua, y al igual que en el Model 3, se empleará el formato CCS Combo 2 en Europa. Así, los tiempos de carga se reducirán a igualdad de batería. En cuanto al equipamiento, lo más probable es que para cuando el restyling sea lanzado ya esté disponible la Capacidad de Conducción Autónoma Total, lo que convertirá al Model S en uno de los vehículos más avanzados del mercado.

Además, está confirmado que el año que viene también llegará una tercera fila de asientos a contramarcha en el maletero que será más amplia y utilizable que la original. Tampoco se descartan mejoras como la adición de faros matriciales LED o un el aislamiento acústico superior, uno de los puntos más criticados del Model S actual por los medios.

Tesla Model S Nurburgring

Sin embargo, la joya de la corona de esta renovada gama será la variante deportiva Plaid, situada un escalón por encima de la Performance. Esta radical versión empleará tres motores eléctricos, un sistema de refrigeración más agresivo, un chasis revisado con ejes ensanchados y una aerodinámica muy trabajada. El objetivo de Tesla es lograr que este rival del Porsche Taycan Turbo S sea capaz de dar una vuelta a Nürburgring en apenas 7:05 minutos, estando prevista su llegada para mediados de 2020.

Fuente | InsideEVs

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