Bugatti es a día de hoy el buque insignia del grupo Volkswagen. La histórica marca francesa fue devuelta a la vida por el conglomerado alemán con el objetivo de convertirse en un escaparate tecnológico que mostrara al mundo el poderío de su matriz. Con esta premisa en mente nació a mediados de la década pasada el Veyron, un hiperdeportivo que con su velocidad punta de más de 400 km/h reescribió las normas de la industria.
Sin embargo, actualmente la situación es muy diferente: Volkswagen se encuentra sumida en un proceso de transición hacia la movilidad eléctrica, recortando gastos de todas las formas posibles para mantener su competitividad mientras invierte ingentes cantidades de efectivo en el desarrollo de su gama de coches eléctricos, los cuales se venderán bajo todas las marcas del grupo (Audi, SEAT, CUPRA, Skoda, Porsche, Bentley, Lamborghini…).
Atrás quedan los tiempos en los que vender el Veyron a pérdidas era viable. Ni siquiera su sustituto, el impresionante Chiron (que recientemente logró un récord de velocidad al alcanzar los 490,484 km/h en su versión Super Sport 300+), es considerado ya como un alarde de la técnica: su motor 8.0 W16 de hasta 1.600 cv palidece frente a los conjuntos eléctricos de alrededor de 2.000 cv de modelos como los Lotus Evija, Rimac C_Two o Pininfarina Battista.
Sin embargo, parece que al igual que el resto del grupo Volkswagen, Bugatti abrazará más pronto que tarde la electrificación. El director ejecutivo de la marca, Stephan Winkelmann, ha confirmado a los medios que está tratando de convencer al grupo para desarrollar un modelo de cuatro plazas 100% eléctrico, el cual se vendería a un precio de entre medio millón y un millón de euros.
«La industria está cambiando, y tenemos que abordar las oportunidades que existen para desarrollar Bugatti como marca en el futuro». Este modelo podría aumentar la producción de la marca a unas 600 unidades anuales, y de acuerdo con fuentes internas de la propia firma, no será un SUV. Aunque no está confirmado, es muy probable que este vehículo utilice la plataforma modular eléctrica PPE que están desarrollando conjuntamente Audi y Porsche.
En un principio, este automóvil será heredero del prototipo 16C Galibier, que vio la luz por primera vez en 2009. Aunque este modelo finalmente no llegó a producción, alguna de sus soluciones estilísticas podrían trasladarse al nuevo sedán eléctrico que la firma está preparando.
Fuente | Bloomberg
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