Cada vez se venden más coches eléctricos, pero salvo pequeñas excepciones las cifras de ventas apenas pasan del 1% en los principales mercados. Es el caso del Reino Unido donde apenas el 1.3% de los nuevos coches que se venden son 100% eléctricos. Unas bajas ventas que ahora desde Hyundai han intentado conocer las causas con una interesante encuesta.
Esta se ha realizado entre los consumidores británicos para conocer cuáles son las causas de que el coche eléctrico no esté logrando mejores cifras, descubriendo una serie de mitos y barreras que no deberían ser difíciles de superar con algo de trabajo por parte de las marcas y las administraciones públicas.
La primera barrera es la autonomía. Los clientes no confían en las capacidades de los vehículos que han mejorado de forma sustancial en el último año con autonomías reales por encima de los 300 kilómetros con cada carga. Como ejemplo el Hyundai Kona, que logra una autonomía homologada de 450 kilómetros con cada carga, que según las pruebas de conducción real se sitúan ligeramente por debajo, en los 420 km.
La segunda barrera es la red de carga. Hasta ahora ha sido uno de los puntos peor tratados por marcas, empresas eléctricas y administraciones. Un punto clave sin el cuál dará igual lo que evolucionen las autonomías que las ventas no arrancarán. Pero en los últimos meses estamos viendo la expansión de las redes a pesar de los obstáculos a los que se tienen que enfrentar en lugares como España, donde so todo palos en las ruedas desde las administraciones locales y las empresas eléctricas. Unas redes que a pesar de todo, progresan de forma imparable y en apenas un año cambiarán el dibujo de nuestro mercado facilitando cada vez más los desplazamientos.
La tercera barrera es el precio. Desde Hyundai se indica que a pesar de que el precio es más elevado, el cliente debe también poner sobre la mesa los enormes ahorros que logrará con un eléctrico tanto en combustible, como en mantenimientos. Unas cuentas a largo plazo que no todo el mundo hace, y que tampoco ayuda los precios inflados de los fabricantes ante un mercado con demanda pero sin oferta. El propio Hyundai Kona es ejemplo de esto y cuya versión gasolina automático arranca en los 27.840 euros antes de promociones, mientras que el eléctrico de 39 kWh lo hace en 39.500 euros.
Los mitos
Entre los mitos que ha desvelado la encuesta destacan algunos tan llamativos como que los clientes piensan que un coche eléctrico es lento. Y como ejemplo los 7.9 segundos que necesita el Kona eléctrico para llegar a los 100 km/h, mientras que el modelo a gasolina necesita 12 segundos.
Pero sin duda lo más preocupante es que hay gente que piensa que un coche eléctrico no puede ser conducido durante una tormenta eléctrica. Algo sin sentido ya que el diseño de estos vehículos aseguran el mismo nivel de protección que un modelo convencional.
También está muy arraigada la idea de que las baterías serán un problema cuando terminen su vida útil y se transformen en desechos. Pero la realidad es que estas baterías no dejarán de tener valor una vez hayan terminado su vida útil en los vehículos, y podrán usarse como almacenamiento para instalaciones de energía renovables o para regular la red eléctrica. Pero incluso una vez terminado su uso en esta aplicación, estas podrán ser recicladas para recuperar buena parte de sus componentes. Eso si, también es cierto que la industria del reciclado no está todavía preparada para el volumen futuro de baterías que llegará al mercado en las próximas décadas, pero todavía están a tiempo de hacerlo.
Curiosamente uno de los mitos dentro de los participantes en esta encuesta indican que los coches eléctricos no son seguros en caso de accidente. Pero la realidad es que las pruebas de choque realizadas en los últimos dos años por el organismo euroNCAP ha demostrado que los 12 modelos híbridos y eléctricos testados han logrado todos las cinco estrellas.
También destacable la preocupación de muchos usuarios de que los coches eléctricos no vayan a poder ser reparados en talleres ajenos a las marcas. Algo que desde Hyundai se ha indicado no será un problema ya que la mayor parte de los talleres estarán preparados para atender a los coches eléctricos de diferentes marcas igual que lo hacen con los modelos diésel o gasolina.
Como vemos, la conclusión es que el coche eléctrico se enfrenta a grandes y pequeños retos para lograr superar las barreras y los mitos que todavía tienen una parte de los consumidores. Una labor de divulgación que debería ser una prioridad para marcas y administraciones públicas y que se puede solucionar en parte con actos como los encuentros de propietarios y ferias de muestra de vehículos eléctricos que son sin duda una de las herramientas mas potentes para derribar mitos.
Eventos que por desgracia en el caso de España reducen su impacto a las que se realizan en las grandes ciudades, que se llevan todo el apoyo de las administraciones, organizaciones de promoción y marcas, dejando el resto en un segundo plano sin apenas repercusión.
