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Noruega propone el fin de las ayudas a los coches eléctricos premium

Desde hace unos años Noruega se ha convertido en la gran referencia mundial en cuanto al porcentaje de ventas de coches eléctricos. Mientras que en el resto de Europa tenemos que hablar de cifras de entre el 1% y el 5% en el mejor de los casos, los noruegos acumulan un 44% de ventas en lo que llevamos de año. Algo que tiene muchísimo que ver con el sistema fiscal que favorece de forma radical a los vehículos sin emisiones.

Por ejemplo, el comprador de un Tesla Model X debe abonar al estado un total de 7.770 coronas noruegas en forma de impuestos, que al cambio son apenas 770 euros. Por su parte el cliente que opte por un Volkswagen Touareg tendrá que afrontar un total de 569.000 coronas en impuestos, o 56.400 euros sólo en impuestos.

Esto supone que el Touareg tendrá un coste en el concesionario que arrancará en los 87.000 euros para la versión más económica, mientras que el Model X Long Range parta desde los 83.800 euros al cambio. Si a esto añadimos todos los beneficios del modelo eléctrico, como aparcamiento gratuito, recarga gratuita, autopistas y pasajes de ferry también sin coste, la decisión parece más que clara.

Pero desde algunos sectores indican que el aplicar unas ayudas tan fuertes a modelos de precio elevado no es demasiado justo. Es por eso que el Partido Laborista propone el establecer un límite de precio para acceder a los incentivos fiscales. En este caso se indica que el límite podrían ser las 600.000 coronas, cerca de 60.000 euros al cambio. Por encima los vehículos tendrían que pagar su parte correspondiente en impuestos, y por debajo seguirían de momento exentos.

Desde el gobierno se ha indicado que la propuesta de limitar el precio para acceder a las ayudas lleva un tiempo sobre la mesa, pero que de momento hasta 2021 seguirá con el formato actual.

Desde las asociaciones de usuarios de coches eléctricos por su parte exponen que la puesta en funcionamiento de este formato afectaría al 75% de los vehículos eléctricos vendidos en lo que llevamos de año en Noruega. Algo que sería una mala medida a nivel de emisiones ya que repuntarían las ventas de coches diésel y gasolina al hacer menos competitivos a los eléctricos.

Para algunos expertos, el demasiado pronto para retirar las ayudas a los coches eléctricos, incluyendo los más costosos, que son los que están tirando de las ventas en la actualidad y sirven de ejemplo para el resto de usuarios de cara a optar por una nueva tecnología sobre la que hay una enorme falta de información entre el gran público. Algo a lo que desde las asociaciones de usuarios indican ayuda a solucionar el poner coches en la carretera, ya sean caros o baratos.

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