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UEone. Los puntos de recarga retráctiles comienzan su fase de pruebas

Cuando pensamos en la expansión masiva del coche eléctrico, es imposible negar dos de los retos a los que se enfrenta el mercado. La primera es ofrecer una alternativa de carga a los que no tienen una plaza de garaje donde instalar un punto de carga. La otra es contar con herramientas para proteger estos puntos de las inclemencias meteorológicas y también de los actos vandálicos. Dos problemas que la empresa británica Urban Electric asegura haber solucionado con sus puntos retráctiles.

Estos copian el formato de los bolardos que restringen la entrada en determinadas zonas de algunas ciudades. Unos pivotes que guardan en su interior una toma de carga que permite a los clientes poder cargar su coche. Simplemente tienen que acercarse, activar la estación, y esta aparecerá desde el suelo para dejar a la vista la toma de carga.

Una de sus principales bazas es que cuando no está en uso, el punto es prácticamente invisible, algo que facilita su aceptación por parte de los vecinos más cercanos al punto. Además no ocupa espacio en la vía pública cuando no está en uso, algo que de nuevo mejora la percepción del público con una infraestructura mínimamente invasiva. Incluso cuando se extiende para cargar un vehículo, su cuerpo es extremadamente delgado lo que no perjudica la circulación de los residentes.

Para su activación la empresa tampoco ha querido complicar el sistema y para realizar una carga el cliente simplemente tendrá que utilizar una aplicación en el móvil para poner en marcha el punto. Un sistema que de forma automática enviará el cargo de la sesión a su cuenta.

La idea inicial es ofrecer una carga lenta enfocada principalmente a la carga nocturna, contando incluso con un sistema inteligente capaz de conocer los horarios de menor coste de la electricidad para mejorar la eficiencia del proceso. Los primeros seis puntos han sido instalados en la zona norte de Oxford, y cada uno cuenta con una potencia de 7 kW.

Un proyecto piloto que quiere demostrar el potencial de este tipo de instalaciones que tiene en su bajo impacto visual su principal ventaja. También su menor exposición a los elementos, y que según sus desarrolladores tampoco necesita una instalación demasiado complicada ya que el espacio bajo la superficie es bastante reducido, no afectando a las conexiones de otros servicios.

Una solución que se suma a la también en prueba en la zona de Londres de los puntos en las farolas, que permiten ofrecer alternativas a la recarga lenta para los vehículos de propietarios sin plaza de garaje.

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Más info | Urbanelectric

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