La plataforma modular eléctrica MEB, sobre la que se asentarán los coches eléctricos de gama baja y media del grupo Volkswagen en los próximos años, es una pieza fundamental en la estrategia del gigante alemán, que quiere convertirse en uno de los mayores fabricantes de vehículos a baterías del mundo para mediados de la década que viene.
El primer modelo en emplear esta arquitectura será el Volkswagen ID.3, un compacto (segmento C) llamado a sustituir al actual e-Golf que se pondrá a la venta a mediados del año que viene con tres packs de baterías diferentes: uno de 45 kWh con el que alcanzará los 330 km WLTP de autonomía, otro de 58 kWh que le proporcionará 420 km WLTP de alcance, y un último de 77 kWh que le dará hasta 550 km WLTP.
Ahora, Volkswagen ha dado nuevos detalles acerca de la construcción de sus baterías: sus packs están compuestos por hasta doce módulos que se interconectan, estando formado cada uno de ellos por celdas de iones de litio (a día de hoy esta es la solución más extendida en la industria). Cada módulo cuenta con un total de 24 celdas; por lo tanto, hay un máximo de 288 celdas por batería.
«Esta estructura modular permite la máxima flexibilidad: cuanto mayor sea la autonomía deseada por el cliente, más módulos se instalarán en el sistema de la batería. Pero la estructura básica siempre sigue siendo la misma», explica Volkswagen. En el caso del ID.3, el sistema eléctrico es de 408 voltios (en el futuro posiblemente se comiencen a extender los sistemas de 800 voltios, solución recientemente estrenada por el Porsche Taycan).
La electrónica de potencia controla el flujo de energía eléctrica de alto voltaje entre la batería y el motor eléctrico, convirtiendo la corriente continua almacenada en la batería en corriente alterna para el propulsor. En el ID.3, la batería se puede cargar en alterna a un máximo de 11 kW de potencia, y en continua a 125 kW, lo que posibilita realizar cargas rápidas.
La plataforma MEB ha sido desarrollada «en torno a la batería», lo que permite que haya una distribución óptima del espacio tanto para la batería como para el habitáculo. El diseño plano (plataforma de tipo «skate-board») y el poco volumen ocupado por elementos como los motores eléctricos permiten un interior espacioso, con una distancia entre ejes muy amplia. La situación de la batería bajo el piso además reduce el centro de gravedad, lo que le da una mayor estabilidad al coche.
El pack está protegido por una carcasa de aluminio con un marco antichoques integrado, lo que garantiza «un considerable ahorro de peso» según sus creadores. Los bajos, que cuentan con una protección de aluminio para la batería, también tienen una aerodinámica muy cuidada. Todo el hardware y el software de la plataforma MEB ha sido desarrollado por la división de Componentes del grupo Volkswagen en Braunschweig.
Fuente | ecomento.de
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