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James May (Top Gear, The Grand Tour) compara un coche eléctrico a baterías con uno de hidrógeno: Tesla Model S vs Toyota Mirai

¿Baterías o hidrógeno? Este es el dilema al que lleva años enfrentándose la industria automovilística, pues mientras que marcas como Tesla, Renault o Volkswagen apuestan de forma decidida por el coche eléctrico a baterías (BEV), otras como Toyota o Hyundai lo hacen por los vehículos con pila de combustible de hidrógeno (FCEV).

Lo cierto es que a día de hoy la batalla parece estar ganándola el coche eléctrico a baterías, pues la inmensa mayoría de fabricantes están centrándose en esta solución: incluso Toyota se está viendo obligada a desarrollar modelos de este tipo mientras continua trabajando en su programa de hidrógeno, mientras que firmas como Honda han congelado los proyectos relacionados con la pila de combustible para enfocarse en los coches enchufables.

Las razones por las que actualmente los coches eléctricos a baterías se están imponiendo son múltiples: su coste es menor, son más sencillos de fabricar, pueden cargarse en cualquier lugar que tenga red eléctrica, su infraestructura es relativamente barata de desarrollar… Mientras tanto, los coches de hidrógeno apenas cuentan con hidrogeneras para repostar (son mucho más caras de crear que los puntos de carga, que aprovechan la red eléctrica ya existente) y son muy costosos de producir.

Además, la obtención de hidrógeno es ineficiente, pues se debe consumir electricidad para generarlo, luego se debe transportar, y finalmente hay que almacenarlo a presiones elevadísimas: es mucho más práctico utilizar dicha electricidad directamente para cargar un coche eléctrico a baterías transportándola mediante cables, lo que supone pérdidas energéticas mucho menores. A pesar de ello, son muchas las voces que defienden el hidrógeno en aplicaciones como el transporte pesado y/o de larga distancia, pues las baterías son voluminosas y los tiempos de carga (por el momento) más elevados.

Ahora, el presentador James May (conocido por su papel en Top Gear y en The Grand Tour) ha realizado una comparativa entre ambas tecnologías, enfrentando un Tesla Model S 100D con un Toyota Mirai. Como curiosidad, ambos vehículos son de su propiedad, compartiendo garaje con numerosas motos (a las que aparentemente May es muy aficionado) y con automóviles como un BMW i3 y un Alpine A110.

Más allá del análisis de aspectos como la estética, las prestaciones o el confort de marcha, lo verdaderamente interesante son las reflexiones finales que hace May al final de su videoprueba, en las que analiza los pros y contras de ambas tecnologías. Su conclusión final es que para el transporte de larga distancia la pila de combustible de hidrógeno tendrá su utilidad, mientras que para recorridos menores se impondrá el coche eléctrico a baterías.

Sin embargo, al presentador se le olvida mencionar la rapidísima evolución de las baterías (el Model S Long Range «Raven» actual supera con creces la autonomía del Mirai) y de los sistemas de recarga (con la llegada de potencias cada vez más elevadas, los tiempos de carga se van a ir reduciendo de forma paulatina). ¿Mantendrá el hidrógeno su atractivo cuando en unos (pocos) años los coches eléctricos a baterías tengan autonomías más elevadas, tiempos de carga reducidos, precios más asequibles, packs libres de materiales como el cobalto, y una red de carga mucho más extensa y fácil de ampliar?

Fuente | DRIVETRIBE

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