El País Vasco pondrá en marcha un Plan Renove para la compra de coches eléctricos, pero también dará ayudas a los diésel y gasolina

La Consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras del País Vasco, Arantxa Tapia, ha anunciado el lanzamiento de un nuevo programa de ayudas destinadas a estimular la adquisición de nuevos vehículos. Un Plan Renove propio que comenzará su funcionamiento durante el mes de marzo.

Según ha explicado la Consejera, se trata de un proyecto que pretende sustituir los vehículos viejos de combustión, para reducir las emisiones de CO2 y contribuir a los compromisos adquiridos por Europa en el escenario del cambio climático. El objetivo de este programa de ayudas es promover el vehículo eléctrico “puro”, sin desatender otras opciones como los modelos híbridos además de los diésel y gasolina de emisiones limitadas.

Un Plan Renove que no se limitará al coche eléctrico, ofreciendo opciones diversas que según la responsable del organismo público sean válidas y respetuosas con el entorno. En este sentido, Tapia ha subrayado que se trata de alternativas que son necesarias para las personas usuarias, para la industria de la automoción, y en definitiva, para el conjunto del sistema.

Al mismo tiempo la Consejera no ha dudado en dar un palo al proyecto medioambiental del gobierno de Pedro Sanchez, haciendo hincapié en la situación que en los últimos meses está padeciendo el sector de la automoción a causa de mensajes cruzados y la falta de rigor en la comunicación de pretendidas normativas entorno al diesel desde la administración central. En este sentido, ha explicado que la adquisición de vehículos ha descendido en un mercado en el que las personas consumidoras se muestran incrédulas y faltos de información rigurosa.

Según la Sra Tapia: «La automoción en Euskadi ha sido y es líder tecnológico. Me atrevo a decir que está preparándose para responder a lo que viene. Conscientes, eso sí, de que hay tarea por hacer y que necesitamos de una “hoja de ruta”, bien definida, exigente y coordinada”.

Por supuesto como era de esperar este proyecto ha sido acogido con satisfacción por la industrial. La directora general de la asociación de vendedores de automóviles en España, Ganvam, destacó que: «La decisión se ha tomado en favor de cualquier tecnología, sin discriminar sistemas de gasolina, diésel, híbridos, eléctricos o de gas, de manera que fomenta la sustitución de los vehículos más antiguos y contaminantes por aquellos nuevos de última generación. Un modelo de referencia que debería ser impulsado en otras comunidades autónomas, así como por el Gobierno central, para que los criterios sean homogéneos en toda España y se garantice la unidad de mercado.»

De momento no hay detalles sobre las cuantías que recibirán cada tecnología por la sustitución de vehículos, en un programa que como hemos comentado arrancará sus trabajos en el mes de marzo y del que esperamos conocer más detalles en los próximos días.

Opinión

No deja de resultar sorprendente que en plena tendencia de caída de ventas de coches diésel y gasolina, un organismo público ponga ahora recursos para incentivar la compra de estos vehículos. Algo que parecía cosa del pasado y que sin duda es una buena noticia para las marcas que se ven con cada vez mayores dificultades para soltar stock por el cada vez menor interés del consumidor.

Está claro que no todo el mundo puede comprarse un vehículo eléctrico, o por cuestión de autonomía, o por no poder cargar en un punto residencial, o por coste. Pero tampoco parece de recibo destinar determinadas cifras a unos sistemas diésel que a pesar de la evolución de sus cifras de emisiones continúan siendo un problema de salud pública que no debería contar con el apoyo de las administraciones para su compra, que en algunas ciudades europeas ya están siendo expulsados no pudiendo acceder al centro, e incluso algunos mercados prohibirán directamente la compra en apenas 10 años.

Y es que en el mercado ya existen múltiples opciones híbridas que permiten reducir el consumo y las emisiones, y además con precios cada vez más populares y ocupando segmentos más amplios. Algo que hace absurdo desde el punto de vista económico y ambiental el destinar un sólo euro al diésel.

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Vía | Euskadi