La estrategia de PSA (Peugeot-Citroën, Opel) en torno al coche eléctrico: flexibilidad y ahorro de costes
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Publicado: 26/08/2019 12:56
El grupo PSA (Peugeot-Citroën, Opel) comenzó hace relativamente poco a apostar con fuerza por el coche eléctrico. Si bien con anterioridad la empresa había lanzado modelos como los Citroën C-Zero, e-Mehari y e-Berlingo, así como los Peugeot iOn y Partner Electric, lo cierto es que todos estos vehículos fueron (y son) de ventas minoritarias.
Con todo, esto va a cambiar a corto plazo, pues Peugeot acaba de presentar los nuevos e-208 y e-2008, Opel el Corsa-e, y DS el DS 3 Crossback E-TENSE. Tras ellos llegarán más modelos: los Opel Mokka-e X y Citroën C4 eléctrico, así como una completa gama de furgonetas a baterías: las de tamaño pequeño (Citroën Berlingo, Opel Combo, Peugeot Partner/Rifter), y las medianas (Citroën SpaceTourer/Jumpy, Opel Zafira/Vivaro, Peugeot Traveller/Expert).
Todo esto será posible gracias a que la estrategia de PSA se centrará en la flexibilidad y en la rentabilidad: sus dos plataformas modulares de combustión (CMP para el segmento B, EMP2 para los segmentos C y D) tendrán variantes 100% eléctricas, lo que permitirá un importante ahorro de costes al crear coches eléctricos derivados de modelos de ventas masivas como el Peugeot 208 o el Opel Corsa.
Así, y si bien las plataformas e-CMP y EMP2 «eléctrica» (esta última aún por presentar) no permitirán aprovechar igual de bien las características de un coche eléctrico en aspectos como la distribución mecánica y la habitabilidad como las arquitecturas dedicadas (la plataforma MEB de Volkswagen, la plataforma CMF-EV de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, etc), serán mucho más económicas a corto y medio plazo.
Además, modelos como el Hyundai Kona Eléctrico o el KIA e-Niro nos han demostrado que, convenientemente adaptados, los coches térmicos transformados en eléctricos pueden ser igual de atractivos que aquellos diseñados desde el principio para albergar exclusivamente baterías en su interior. Por lo tanto, desde un punto de vista comercial, la apuesta de PSA es segura y poco arriesgada, pero no por ello carente de interés.
Además, el grupo francés se guarda un as en la manga: su colaboración con el grupo chino Dongfeng, que se remonta a principios de los años 90, les permitirá reducir los costes de desarrollo (la plataforma e-CMP ha sido desarrollada a medias con dicha empresa), así como tener un buen acceso al mercado chino, el más importante del mundo a la hora de vender coches eléctricos (en el país asiático domina las ventas de vehículos Volkswagen, siendo esta región también clave para el grupo alemán de cara al éxito de su estrategia eléctrica).
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