Protestas ecologistas y abandono por parte de las marcas. ¿Qué necesita el Salón del Automóvil de Frankfurt para recuperar el éxito de antaño?

Los Salones Internacionales del Automóvil están en una etapa de plena decadencia. Otrora símbolos del poderío de la industria automovilística, a día de hoy han perdido gran parte de su lustro y esplendor. Abandonados poco a poco por las marcas, que prefieren otros tipos de eventos como el CES para exhibir sus novedades, y también por un público cada vez más centrado en la tecnología, el futuro cada vez pinta peor para estas ferias del automóvil.

Los primeros salones en perder relevancia fueron los más pequeños, como el de Madrid a principios de década. Sin embargo, ahora son los grandes salones los que viven su particular ocaso, pues tanto el Salón de Frankfurt como el de París han visto como numerosos fabricantes les daban la espalda en sus últimas ediciones. El único que parece aguantar el tipo es el Salón de Ginebra, de carácter anual.

A pesar de que el recién inaugurado Salón del Automóvil de Frankfurt ha contado con numerosas primicias eléctricas, entre las que destacan el Volkswagen ID.3 y el Porsche Taycan, numerosos ciudadanos se han manifestado a las puertas del evento pidiendo «una revolución en los medios de transporte», algo que sin duda marca un antes y un después en un país como Alemania, que durante años ha visto al automóvil como uno de sus símbolos nacionales.

Así, entre 15.000 y 25.000 personas protestaron el pasado sábado durante la apertura al público del salón, marchando a pie o en bicicleta por una serie de avenidas y autopistas cerradas expresamente para la manifestación. Este evento fue alimentado además por un accidente que tuvo lugar recientemente en Berlín, en el que un SUV de la marca Porsche atropelló y mató a cuatro peatones.

Los manifestantes reclamaron durante la protesta un futuro que perteneciera a los autobuses, a los trenes y a las bicicletas, y «no a los grandes SUV y a los vehículos de alto consumo». Para Christoph Bautz, el director de uno de los colectivos que organizó la manifestación, «un Salón del Automóvil es del siglo pasado».

¿Qué necesitan los Salones del Automóvil para reconquistar al público en una situación como la actual? Probablemente, cambiar de formato y centrarse en la movilidad alternativa para demostrar a los ciudadanos que el transporte privado puede ser sostenible y complementarse con el transporte público.

Fuente | Automobile Propre

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