Hace una década, la marca británica MINI, perteneciente a BMW, trató de llevar a cabo una expansión de su gama de productos. Así, a los MINI Hatch y MINI Cabrio de segunda generación se unieron el familiar MINI Clubman, el B-SUV MINI Countryman, el B-SUV Coupé MINI Paceman, y los peculiares MINI Coupé y MINI Roadster, de carácter más deportivo.
Sin embargo, en los últimos tiempos la firma ha racionalizado su gama, eliminando los modelos de nicho y apostando por los segmentos más rentables. Así, la tercera generación del MINI Hatch cuenta con una variante de cinco puertas además de la clásica de tres puertas, el MINI Clubman ha evolucionado para convertirse en un compacto «disfrazado» de MINI familiar en lugar de ser un simple MINI Hatch alargado, y los MINI Paceman, MINI Coupé y MINI Roadster se han eliminado. Los MINI Cabrio de tercera generación y MINI Countryman de segunda generación por su parte mantienen sus filosofías intactas.
A pesar de todo, MINI está estudiando la posibilidad de aumentar todavía más su gama. Aparentemente, el próximo MINI Hatch de tres puertas disminuirá su tamaño para poder competir en el segmento A, mientras que el MINI Hatch de cinco puertas se mantendrá en el segmento B. Además, la marca también se está planteando el lanzamiento de un monovolumen del segmento B 100% eléctrico, el MINI Traveller.
Ahora, unas declaraciones de Andreas Lampka, jefe de comunicaciones de MINI, nos hacen pensar que la firma también se está planteando el lanzamiento de un modelo heredero de los MINI Coupé y MINI Roadster. Este automóvil aparentemente heredaría la filosofía del MINI Superleggera Vision, un prototipo de roadster que finalmente nunca llegó a producción.
En palabras de Lampka, MINI se está planteando lanzar un vehículo con «tracción trasera» que «no necesariamente necesitaría tener un motor de combustión». Teniendo en cuenta que recientemente MINI confirmó que estaba planteándose convertir sus versiones de altas prestaciones John Cooper Works en modelos 100% eléctricos, no sería de extrañar que el nuevo deportivo de la compañía siguiera sus mismos pasos.
«Verán cómo se desarrolla la marca. Porque sí, son tiempos emocionantes para MINI. Estamos seguros de que estamos tomando las decisiones correctas y, por otro lado, no sabéis cuál será el próximo desafío para la marca». Definido por algunos periodistas como «un rival eléctrico para el Alpine A110», el nuevo modelo de MINI posiblemente no vea la luz hasta la segunda mitad de la década. Con todo, este vehículo se situaría por debajo del BMW Z4, por lo que lo más probable es que más que un rival del Alpine A110, lo sea del Mazda MX-5 y del roadster eléctrico que está preparando MG.
Fuente | Motoring
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