Volvo y Ford confían en que su apuesta eléctrica les permita evitar las multas por emisiones de Europa en 2020

Mientras que algunas marcas cuentan los días para finalizar el 2020 y hacer cuentas de cuánto se debe en multas a Europa por el exceso de emisiones, otros esperan que su apuesta por la electrificación de sus gamas les de resultados ya a corto plazo. Es el caso de Ford y Volvo, que han confirmado que la expansión de sus sistemas híbridos y eléctricos les permitirá sortear las multas que prepara Bruselas.

En el caso de Volvo el objetivo es lograr que el 20% de sus ventas sean modelos enchufables ya este año. Versiones híbridas enchufables y 100% eléctricas que mantendrán la media de la flota por debajo de los 95 gramos de CO2 por kilómetro que está marcado como máximo.

Uno de los protagonistas será el Volvo XC40 Recharge. Un SUV que contará con una versión híbrida enchufable que logra promediar 40 gramos de CO2 por kilómetro bajo el ciclo WLTP, y al que se sumará la versión 100% eléctrica que comenzará sus entregas en la segunda mitad del año, y que supondrá un revulsivo gracias a sus 78 kWh de batería, suficiente para lograr 400 km de autonomía WLTP.

Para atender este crecimiento de ventas de coches enchufables, Volvo ha tenido en cuenta el fundamental tema del suministro de baterías para atender a una gama que contará en prácticamente todos sus modelos una variante PHEV. Para ello el fabricante sueco ha firmado acuerdos que le permitirán triplicar el numero de baterías que este año recibirá respecto al ejercicio anterior, lo que les facilitará la labor de cumplir con los objetivos de emisiones.

Sin embargo, Volvo tiene grandes planes para seguir reduciendo su cifras de CO2. Según los responsables de la marca, el XC40 Recharge será el primera de cinco coches eléctricos puros que lanzarán en los próximos cinco años. El objetivo es que para 2025, el 50% de todos sus coches sean eléctricos a batería.

El plan de Ford

Ford sigue una hoja de ruta similar con la incorporación este año de hasta 14 modelos electrificados. El objetivo para los americanos también es muy ambicioso y esperan que las cifras de emisiones de su gama bajen de los 122.7 gramos por km de 2019, a los 96.6 gramos. 

Para lograrlo Ford ampliará su oferta con modelos mild hybrid, híbridos convencionales, híbridos enchufables, y también su primer coche eléctrico de nueva generación. El Mustang Mach-e que llegará a finales de año. Otra de las claves será el nuevo Kuga. Un popular SUV que este año incorporará versiones mild-hybrid, híbrida y también una variante híbrida enchufable que montará una batería de 14,4 kWh de capacidad bruta (en torno a los 10 kWh útiles) que le permitirá alcanzar una autonomía de hasta 50 km en modo eléctrico bajo el ciclo WLTP.

Una dinámica que esperan les permita evitar unas multas sobre emisiones que amenazaban una buena tendencia económica que permitía a la división europea del fabricante americano reducir sus pérdidas que en 2019 fueron de solo 47 millones de dólares, y que esperan transformar en beneficios en este 2020, siempre y cuando las multas de Bruselas no lo impida.

Vía  | Automotive News