Durante el Salón del Automóvil de Chengdu, la marca china ORA, perteneciente al grupo Great Wall y especializada en el desarrollo de coches eléctricos de bajo coste, ha presentado dos importantes novedades: un restyling para su modelo más popular, el R1, así como un vehículo totalmente nuevo que todavía no tiene nombre oficial.
Actualmente la gama de la joven firma ORA está compuesta por tres modelos: el iQ, una berlina crossover; el Black Cat (conocido como R1 hasta su recién presentado restyling), un diminuto urbano de simpático diseño retro; y el White Cat (conocido por la prensa internacional por el nombre R2), un modelo ligeramente más grande que el Black Cat y con una estética más angulosa.
Con la llegada de su primer restyling, el ORA Black Cat ha recibido una nueva versión con mayor autonomía: a las variantes con 301 km NEDC (batería 30,7 kWh, desde 8.574 euros tras subvenciones) y 351 km NEDC (batería de 33 kWh, desde 9.065 euros tras subvenciones) se ha unido una tercera con 405 km NEDC (desde 10.414 euros tras subvenciones). Podemos comparar estas cifras con las logradas por el antiguo Renault ZOE R90 con la batería Z.E. 40 (41 kWh), que en 2017 homologaba 403 km NEDC (300 km WLTP).
En total el ORA Black Cat ha recibido 21 actualizaciones con el restyling, destacando su amplia gama de colores (12 combinaciones exteriores y 8 interiores), un nuevo filtro antibacteriano y antiviral para el aire acondicionado (de serie), más funciones para los controles vocales, asientos con nuevos reglajes, control de crucero…
Presentado como un SUV urbano de diseño retro-futurista (aunque en nuestra opinión de SUV solo tiene el nombre), el cuarto modelo de ORA todavía no tiene denominación comercial. Si bien su código interno es ES11, una serie de recientes filtraciones muestran que su nombre definitivo será Good Cat, siguiendo las «felinas» nomenclaturas de sus hermanos pequeños Black Cat y White Cat.
Aunque ORA no ha revelado las especificaciones finales del coche, se sabe que contará con un motor de 143 cv fabricado por United Automotive Electronics y con unas baterías de Honeycomb Energy Technology. Si bien se desconoce la capacidad del pack, lo más probable es que sea superior a la exhibida por los Black Cat y White Cat.
A nivel estético nos encontramos ante un modelo de diseño claramente retro, con faros redondos, un capó corto, aletas prominentes y un frente sin parrilla. Por supuesto, tampoco faltan los esquemas bicolor opcionales para el techo y diversos elementos de la carrocería. La parte trasera sin embargo es mucho más moderna, con unos pilotos integrados en la propia luna (solución ya vista en el White Cat). La ausencia de protecciones plásticas en los bajos y la reducida altura libre al suelo nos hacen preguntarnos por qué ORA clasifica este modelo como un SUV.
El interior también seguirá las líneas del White Cat: el salpicadero será sencillo pero moderno, con una gran tablet formada por dos pantallas (una a modo de instrumentación tras el moderno volante de dos radios, y otra táctil para controlar el sistema de infoentretenimiento) y una consola central con reposabrazos, freno de mano eléctrico y un joystick para seleccionar el modo de conducción.
De acuerdo con las filtraciones, el coche medirá 4,23 metros de largo, 1,82 metros de ancho y 1,6 metros de alto. La distancia entre ejes por su parte será de 2,65 metros. Por lo tanto, a pesar de su aspecto de utilitario (segmento B) nos encontramos ante un compacto (segmento C), si bien su elevada altura (producto de tener las baterías en los bajos) modifica por completo sus proporciones, haciéndolo parecer en fotos más pequeño de lo que realmente es.
Así, por tamaño nos encontramos ante un modelo mucho más cercano a un Volkswagen ID.3 (4,26 metros) que a un Peugeot e-208 (4,05 metros) o a un Renault ZOE (4,09 metros). Si tomamos la palabra de ORA y lo consideramos un B-SUV, entonces rivalizará contra el Hyundai Kona Eléctrico (4,18 metros) y el Peugeot e-2008 (4,30 metros).
Great Wall tiene previsto entrar al mercado europeo de la mano de ORA a corto plazo, si bien todavía no hay un cronograma concreto. En un principio el primer modelo en llegar será el Black Cat, cuyo enfoque asequible lo convertirá en uno de los mayores rivales del Dacia Spring, fabricado también en China. Por el momento no se sabe si los White Cat y Good Cat llegarán al viejo continente, si bien este último posiblemente encaje a la perfección con los gustos de la clientela europea, que compra en masa coches retro como los FIAT 500 y MINI.
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