Lotus, el histórico fabricante británico de deportivos perteneciente desde hace tres años al gigante chino Geely (dueño también de Volvo y Polestar), se encuentra centrado en el desarrollo de su buque insignia, el hiperdeportivo eléctrico Evija. Cuando llegue al mercado a mediados del año que viene, este modelo se convertirá en el coche de producción más potente del mundo gracias a su tren motriz de 2.000 CV.
Esta solo será la punta de lanza de una ofensiva mucho más ambiciosa, pues Lotus también se encuentra desarrollando tanto una nueva generación del superdeportivo Esprit, que pasará a ser híbrido, así como su primer SUV, con el cual la firma inglesa pretende plantar cara al todopoderoso Cayenne, uno de los grandes éxitos de Porsche.
De acuerdo con una serie de documentos internos, el todocamino se llamará Lambda y se asentará sobre la plataforma modular SPA de Volvo, la cual emplean actualmente los S60, V60, XC60, S90, V90, XC90 y Polestar 1. El modelo se fabricará en Wuhan (China) para el mundo entero, y dispondrá de tres tipos de tren motriz: térmico, híbrido y completamente eléctrico, siendo esta última versión la primera en llegar al mercado.
Con una producción estimada de unas 20.000 unidades anuales, este SUV ejecutivo medirá alrededor de 4,9 metros de largo, por lo que rivalizará con modelos como el Audi e-tron y el BMW iX, de los que se desmarcará mediante un planteamiento más deportivo y elitista. De hecho, su mayor competidor debería ser el futuro Porsche Cayenne de cuarta generación, que de acuerdo con los rumores, será eléctrico.
Según el informe filtrado a la prensa, el Lotus Lambda contará con dos motores eléctricos (uno por eje, lo que le dará tracción total), gracias a los cuales alcanzará una potencia de 748 CV (550 kW). Bajo el ciclo de homologación NEDC, ya en desuso en Europa pero todavía vigente en China, el modelo rondará los 579 km de autonomía.
Phil Propham, jefe de Lotus, anunció recientemente que tras el lanzamiento de varios modelos deportivos electrificados, la marca completará su gama con más SUV, sedanes deportivos y gran turismos, algo que ha sido muy criticado por los seguidores más puristas de la marca, que desde que fue fundada por Colin Chapman en 1952 se ha dedicado exclusivamente a la creación de ligeros deportivos centrados en ofrecer al conductor un placer de conducción sin parangón, filosofía muy alejada del nuevo carácter que quiere imprimir Geely en la firma.
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