Según el ADAC, las redes de recarga pública necesitan más transparencia y una política de precios razonable
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Publicado: 29/01/2020 12:06
En los últimos días ha sido noticia en toda Europa el anuncio de las tarifas de precios de IONITY. Una prometedora red que ha decidido que viajar en un coche eléctrico debe ser tanto o más caro que hacerlo con un coche diésel o gasolina. Una polémica que ha despertado las críticas de algunos organismos para un sector en pleno nacimiento, pero que tiene muchos retos por delante.
Así lo ha indicado el poderoso club del automóvil de Alemania, ADAC, que en una nota de prensa ha criticado la falta de transparencia de un sector donde los clientes muchas veces no tienen forma de saber qué precio tendrá su recarga desde la estación. También piden una política de precios razonable, que permita la aceleración de las ventas que beneficiarán a las propias operadoras de estaciones de carga.
Y es que el contar con una red de fácil uso y tarifas transparentes y razonables, será según el ADAC una de las claves del éxito del coche eléctrico en los próximos años.
Desde el ADAC se ha criticado directamente la nueva política de IONITY, que forzará a los clientes a contratar un servicio mensual para acceder a unos precios más contenidos por kWh. Algo que de lo contrario supondrá a los usuarios a tener que afrontar un coste de más del doble, y que desde el organismo alemán indican no tiene ninguna justificación técnica.
Una situación que resulta un problema de por si ya que una sola red no será capaz de cubrir al 100% las necesidades de unos usuarios que en la práctica tendrían que suscribir varios contratos con diferentes operadores, o pagar un precio mucho más elevado. Un verdadero despropósito que sólo servirá para ralentizar la expansión del coche eléctrico entre el público general.
Algo que sólo podría tener como solución la obligación a los operadores a ofrecer un servicio de roaming como sucede con la telefonía móvil, para que el cliente pueda realizar sus cargas con una misma aplicación, y con los precios que tiene suscrito con su propia compañía. Algo que tendrá que hacerse desde Europa, que tiene que mover la legislación para evitar el enorme daño que puede hacer al sector la actual situación de dispersión y poca transparencia.
