El primer Twingo llegó al mercado en el año 1993 con el objetivo de convertirse en el modelo de acceso de Renault, puesto hasta entonces ocupado por el R4. Sin embargo, poco tenían que ver el uno con el otro: mientras que el mítico Cuatrolatas era un vehículo diseñado en los años 60 para el mundo rural, el Twingo respondía a las necesidades de la ciudadanía de los 90, cada vez más urbanita.
El Twingo despertó atracción y rechazo a partes iguales con su entrañable diseño tipo monovolumen, que permitía ofrecer un espacio interior amplísimo en relación a su tamaño exterior. Sus faros saltones y redondeados, su paleta de tonos pastel, sus coloridos interiores… El pequeño Renault seguía la desenfadada corriente estética de la época, algo que también se aplicaba a sus anuncios.
Para el lanzamiento del modelo, Renault apostó por una interesante campaña con dibujos animados (estrategia que la marca ya había empleado anteriormente con el exitoso R5) de estética sencilla pero simpática que tuvo un éxito arrollador, hasta el punto de que la firma francesa realizó muchos otros anuncios similares para el Twingo en los años siguientes.
Sin embargo, lo cierto es que la segunda y tercera generación de este automóvil casi treintañero no lograron alcanzar el mismo nivel de popularidad que su antecesor, algo posiblemente debido a que el modelo de 2007 pecaba anodino, mientras que el de 2014 llegó en un momento en el que el segmento A ya estaba en decadencia y completamente dominado por el binomio FIAT Panda-500.
El Twingo III fue un interesante intento de Renault por relanzar el modelo, apostando por una estética simpática, una práctica carrocería de cinco puertas y una disposición mecánica de lo más singular, con el motor situado sobre el eje trasero (algo debido al uso de la plataforma Edison, compartida con Daimler en los Smart fortwo y forfour).
Ahora, la marca ha lanzado el Twingo Electric, que posiblemente se convierta en el coche eléctrico más asequible de Renault (sin contar al Dacia Spring) hasta la llegada dentro de unos años del rumoreado Clio Electric. Más allá de dicho punto, es poco probable que Renault renueve el modelo para una cuarta generación, pues los fabricantes europeos están abandonando en masa el segmento A debido a su baja rentabilidad.
Pero hasta entonces, el Twingo Electric tendrá la tarea de defender los colores de Renault en un sector en auge: el de los coches eléctricos de bajo precio. Con unas tarifas inferiores a los 20.000 euros antes de ayudas aún siendo casi full equip de serie, el simpático urbano probablemente sea un modelo clave para que la compañía logre alcanzar sus objetivos de emisiones en los próximos años.
El Twingo Electric equipa una batería de 22 kWh de capacidad con celdas LG Chem y refrigeración líquida, la cual le permite homologar una autonomía de 190 km bajo el ciclo europeo WLTP (225 km WLTP con el modo ECO activado, y 270 km WLTP en ciclo urbano). Aunque no dispone de carga rápida en corriente continua, puede llegar a 22 kW de potencia en trifásica, tardando apenas una hora en recuperar el 80% de su alcance.
Su motor R80 de 82 CV (60 kW) y 160 Nm, el mismo que podemos encontrar en los Smart EQ fortwo y EQ forfour, le da una aceleración de 0 a 50 km/h en 4 segundos, con una velocidad punta de 135 km/h. Además, su configuración mecánica «todo-atrás» le otorga un reducido radio de giro de apenas 4,3 metros, una característica muy práctica en ciudad.
Normalmente los coches eléctricos se venden como una solución venida del mañana, con anuncios vanguardistas que apelan al lado más techie de los compradores. Esto ocurre incluso con modelos como el MINI Cooper SE, el FIAT 500 eléctrico o el Honda e, que tienen un diseño de inspiración retro pero un enfoque tecnológico y futurista.
Sin embargo, Renault ha apostado por una estrategia diferente, decidiendo apelar a la nostalgia para el lanzamiento del nuevo Twingo Electric, cuyo primer anuncio es prácticamente idéntico al del Twingo de 1993: mismo estilo de dibujo, misma banda sonora, e incluso (casi) el mismo eslogan. A pesar de todo, el clip está convenientemente actualizado, mostrando elementos como puntos de carga, mapas interactivos y patinetes eléctricos. ¿Es posible vender coches eléctricos apelando a la nostalgia? Desde luego, es un enfoque como mínimo interesante.
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