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A pesar de la pandemia, el pequeño y esperado Microlino se pondrá a la venta en 2021. Conoce todos los entresijos de su complicado lanzamiento

La empresa suiza Micro Mobility Systems ha confirmado que su primer modelo, el esperado Microlino, llegará al mercado europeo en 2021. Este vehículo se clasificará como un cuadriciclo pesado (L7e, como el Renault Twizy) y tendrá un tren motriz 100% eléctrico. ¿Su principal atractivo? Una estética inspirada en la del mítico Isetta de posguerra.

Aunque estaba previsto que el modelo comenzara sus entregas antes, los problemas surgidos con la empresa alemana Artega, antigua socia de producción de Micro Mobility Systems, han provocado un retaso en su lanzamiento. Como muchos de nuestros lectores recordarán, inicialmente la producción del Microlino fue encargada a la italiana Tazzari y a su división TMI, la cual también se iba a encargar de su desarrollo final.

TMI fue vendida en 2018 a Artega, operación a la que Micro Mobility Systems no pudo oponerse debido a que su contrato no tenía una cláusula que cubriera posibles cambios en el control del proyecto. Debido a la decisión de no mantener ningún empleado de TMI, los retrasos en el lanzamiento del Microlino comenzaron a sucederse.

Klaus Dieter Frers, cofundador de Artega, exigió el último pago cuando consideró que el desarrollo había finalizado, pero Micro Mobility Systems detectó varios fallos técnicos y lo aplazó hasta que el proyecto estuviera realmente terminado. Ante esta situación, Frers decidió apoderarse del Microlino, afirmando que Artega había desarrollado significativamente el coche y que Micro Mobility Systems no quería realizar ninguna contribución económica.

A continuación Artega comenzó a anunciar su propio Microlino, el Karolino. Wim Ouboter, fundador de Micro Mobility Systems, negó que la mayor parte del desarrollo hubiera sido realizado por Artega, pues mientras que la empresa alemana apenas había trabajado unos meses en el proyecto, los suizos llevaban cuatro años enfrascados en su creación y habían llevado el diseño final a Tazzari.

Además, Micro Mobility Systems había prefinanciado las 70 primeras unidades del Microlino, de las cuales Artega inicialmente solo entregó una, rebautizando el resto como Karolinos. Frers afirmaba que el contrato de TMI con Micro Mobility Systems establecía que la primera sería el productor exclusivo del Microlino en Europa, pero al no especificarse derechos de distribución exclusivos para Micro Mobility Systems, proclamó que Artega podía vender el mismo vehículo con un nombre diferente.

En realidad, Artega ya había registrado dominios web con el nombre Karolino antes incluso de la compra de TMI, lo que significaría que el objetivo de Frers desde el principio fue el de apropiarse de un proyecto que no era suyo.

Aunque los tribunales europeos prohibieron a Artega hacer uso del nombre Karolino por su parecido con Microlino, rebautizándolo como Karo-Isetta, la situación siguió bloqueada hasta que el pasado 2 de enero ambas partes llegaron a un acuerdo: Ouboter recuperó la licencia de fabricación del Microlino, que pasaría a estar producido por la italiana CECOMP, mientras que Artega recibió la autorización para fabricar el Karo-Isetta.

Más allá del retraso que conllevó esta disputa, Wim Ouboter también se dio cuenta de que las unidades de preserie fabricadas por Artega presentaban una serie de problemas técnicos. «Las pruebas intensivas de nuestras 22 unidades de preserie nos han demostrado que el estado de desarrollo actual no satisface nuestras expectativas en términos de rendimiento, calidad y seguridad de conducción. Por lo tanto, necesitamos cambiar más cosas de lo que inicialmente se esperaba».

Actualmente el desarrollo del nuevo Microlino 2.0 está muy avanzado. Se ha completado la integración virtual de todos los componentes del chasis rediseñado, que incluye un nuevo tren motriz, una suspensión modificada y unas vías traseras ensanchadas. Estos resultados digitales ahora se están probando en prototipos reales, y Micro Mobility Systems afirma que los test son «muy prometedores» y muestran mejoras significativas respecto al Microlino 1.0.

«Estamos planificando un total de cinco prototipos, cada uno de los cuales se completará y probará uno tras otro en intervalos de unas pocas semanas. A pesar del coronavirus, la producción comenzará en 2021«. Uno de los cambios más visibles del nuevo modelo será la sustitución de los mandos físicos por una pantalla táctil, lo que facilitará la adición de nuevas funciones a posteriori. También son nuevas las luces LED.

El modelo se venderá con dos packs de baterías y podrá alcanzar una autonomía máxima de 200 km. Medirá 2,43 metros de largo y apenas pesará 500 kg. Su habitáculo ofrecerá espacio para dos pasajeros y 220 litros de equipaje, mientras que el tren motriz estará formado por un pequeño propulsor de 15 CV (11 kW) que lo impulsará a una velocidad máxima de 90 km/h, con un 0-50 km/h en 5 segundos. ¿Su precio de partida? 12.000 euros.

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