El Tesla Model Y añade una gran mejora respecto al Model 3 en climas fríos: la bomba de calor

Tesla acaba de comenzar oficialmente a entregar las primeras unidades del Model Y, su todocamino derivado del Model 3. Este modelo tiene como principal atractivo un habitáculo notablemente más amplio que el de su hermano sedán (de hecho, puede tener hasta siete plazas distribuidas en tres filas de asientos) y un práctico portón. Sin embargo, esta no es la única mejora que añade el Model Y respecto al Model 3.

Uno de los aspectos más criticados por algunos usuarios del Model 3 residentes en regiones de clima frío es la ausencia de una bomba de calor: aunque en condiciones estándar la berlina eléctrica se muestra muy eficiente (de hecho, la EPA lo considera el coche eléctrico más frugal a la venta en Estados Unidos), parte de esta eficiencia se pierde cuando se emplea la climatización.

Al contrario que los coches térmicos, que aprovechan el calor residual de sus motores de combustión para climatizar la cabina, gran parte de los coches eléctricos emplean sistemas de calefacción mediante resistencias, lo que supone un gran gasto de energía eléctrica (y por lo tanto, una disminución notable de la autonomía en climas fríos).

Frente a un sistema de resistencias, una bomba de calor permite mejorar notablemente la eficiencia del sistema de climatización. A grandes rasgos, una bomba de calor funciona como una suerte de sistema de aire acondicionado inverso: es una máquina térmica que toma calor de un espacio frío y lo transfiere a otro más caliente (en este caso, el habitáculo).

Modelos como el Renault ZOE incorporan este elemento de serie, mientras que otros como el Volkswagen ID.3 lo ofrecerán como opción. Curiosamente, algunas marcas han decidido limitar la inclusión de este equipamiento a ciertos mercados: mientras que en algunos países el KIA e-Niro equipa bomba de calor, en España el vehículo no está disponible con dicho elemento. Normalmente, la decisión de no ofrecer este equipamiento se debe a una cuestión de costes; además, su adición no aumenta la autonomía homologada del vehículo.

La inclusión de la bomba de calor en el Model Y podría suponer un aumento de la autonomía del vehículo en condiciones climáticas adversas de varias decenas de kilómetros, algo que sin lugar a dudas agradecerán aquellos clientes que vivan en zonas frías. Por otro lado, siendo el Model Y un modelo a grandes rasgos idéntico al Model 3 desde un punto de vista técnico, cabe preguntarse si Tesla añadirá la bomba de calor en el futuro a su exitoso sedán.

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