Reino Unido prepara un Plan Renove que dará 6.700 euros para la compra de coches eléctricos al entregar un modelo diésel o gasolina

Fuentes internas del ejecutivo de Boris Johnson han confirmado que el gobierno británico trabaja en una nueva iniciativa para incentivar las ventas de coches eléctricos. Un proyecto ya usado en anteriores ocasiones en diferentes mercados, que supondrá otorgar una ayuda a los compradores que adquieran un eléctrico, y entreguen de paso un modelo diésel o gasolina con una cierta cantidad de años. Un formato pensado para animar las ventas, y de paso asegurarse de que el modelo contaminante deje de circular y sea enviado a una planta de reciclaje.

El proyecto todavía está pendiente de confirmación y de conocer la fecha de activación, pero las fuentes indican que Londres estaría dispuesto a entregar hasta 6.000 libras (6.700 euros) a los propietarios de un modelo diésel o gasolina que compren un eléctrico y entreguen en suyo para achatarrar.

Como decimos, todavía falta por conocer los detalles del programa, pero todo hace indicar que este será compatible con la ayuda a la compra que ya está ofreciendo el gobierno, que este año se ha reducido hasta los 3.400 euros. Algo que supondría que el cliente que compre un eléctrico y entregue un modelo con motor de combustión tendrá a su disposición un total de 10.100 euros en incentivos.

Esto alinearía el programa de Reino Unido con el de Alemania, que como recordamos aumentará las ayudas a partir del 1 de julio hasta los 10.000 euros, y como Francia, que las ha elevado hasta los 7.000 euros. En ambos casos, ayudas directas sin necesidad de achatarrar vehículo.

Este proyecto del Reino Unido será presentado previsiblemente el próximo 6 de julio, y estará enmarcado en un proyecto de recuperación del sector de la automoción, que está pasando por una doble crisis motivada por el impacto del coronavirus, pero también por la incertidumbre de un Brexit sin acuerdo.

Una recuperación que esperan también hacerla de una forma más sostenible, apuntando a la industria británica hacia el futuro de la mano del coche eléctrico y de todo el ecosistema que le rodea, que desde el ejecutivo británico quieren que sirva de catalizador para la una recuperación más «verde» con coches eléctricos, pero también producción de baterías y con un fuerte impulso a las energías renovables.

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Vía | Telegraph