¿Tesla una amenaza para las petroleras? No para Shell, que continúa la imparable expansión de su red de carga para coches eléctricos

Esta semana conocíamos los resultados de un informe interno de la petrolera de origen español Cepsa, donde se ponía sobre la mesa el peligro para el negocio tradicional de los combustibles fósiles el avance de tecnologías como los coches eléctricos. Algo que personalizaban en el crecimiento de marcas como Tesla. Pero en el otro lado hay compañías como la anglo-holandesa Shell, que hace ya tres años se ha puesto manos a la obra para subirse a la ola y no quedarse estancada en el petróleo.

Para ello comenzaron una ambiciosa estrategia de diversificación que ha incluido la compra del fabricante de baterías para el hogar alemán Sonnen, y sobre todo la adquisición de la empresa de instalación y explotación de puntos de recarga públicos NewMotion. 

Ahora Shell ha compartido los últimos datos de esta iniciativa que nos muestran la seriedad con la que han abordado esta transición, celebrando este mes de junio el hito de alcanzar nada menos que 150.000 puntos de recarga instalados y en funcionamiento a lo largo de 35 países de Europa.

El objetivo de NewMotion es hacer que la electromovilidad sea lo más económica y viable posible. Teniendo en cuenta los resultados de su encuesta anual (el 45% de los automovilistas europeos han achacado la falta de puntos de recarga para lanzarse a la compra, y que el 46% cree que una red más densa mejoraría su experiencia de conducción) está claro que uno de los principales problemas de la expansión del coche eléctrico está en esta infraestructura donde Shell espera poder ofrecer a corto plazo una alternativa viable y segura para los desplazamientos de los europeos.

Una dinámica expansiva de NewMotion que se muestra de una forma gráfica con los datos de implantación, necesitando 10 años para lograr llegar a las 100.000 estaciones, pero solo en 2019 han logrado poner en marcha 55.000 nuevas estaciones. Un síntoma de que la red está cogiendo mucha fuerza y de la velocidad a la que avanza el mercado del coche eléctrico.

Uno de los objetivos de NewMotion era el reducir la complejidad del proceso de carga y pago del proceso. Evitar que el cliente tenga que usar diferentes tarjetas o decenas de aplicaciones. Para ello ha creado una red de 200 empresas colaboradoras que permiten usar sus redes con la misma aplicación o tarjeta, lo que facilita la labor de carga de los más de 170.000 clientes registrados en Europa.

Un ejemplo de que el coche eléctrico será un duro golpe a las emisiones, la dependencia energética, y a la industria del petróleo, pero algo que no quiere decir que las petroleras no puedan aprovechar sus recursos para situarse en un sector con todo el futuro por delante.

Fuente | Newmotion