BeePlanet e Iberdrola trabajarán en la reutilización de baterías para la recarga de coches eléctricos
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Publicado: 23/07/2020 09:28
BeePlanet es un proyecto que trabaja en afrontar el reto de la sostenibilidad en el transporte desde una perspectiva diferente: el fin de vida de las baterías y su reutilización en otros sectores como respaldo en las infraestructuras de recarga pública donde trabajarán colaborando con la eléctrica Iberdrola.
Se trata de un interesante proyecto de economía circular, que permitirá reutilizar aquellas baterías que han llegado al fin de su vida útil en toda clase de vehículos, coches autobuses…para ser usadas en las estaciones de recarga.
BeePlanet Factory lidera en España la fabricación y gestión integral de baterías de segunda vida de litio procedentes de vehículos eléctricos, desarrollando aplicaciones de almacenamiento sostenible de energía de pequeña, mediana y gran escala.
Su proyecto ha sido uno de los 12 elegidos por la plataforma Energía Positiva+, entre 396 propuestas innovadoras focalizadas en crear impacto económico y social contra la COVID-19, con soluciones para la descarbonización, energías renovables, eficiencia energética, almacenamiento, movilidad sostenible y economía circular.
El proyecto seleccionado por Iberdrola surge de la apuesta pionera de esta empresa por la transición energética, la movilidad eléctrica y la descarbonización. Junto con la instalación de producción renovable, el almacenamiento de energía sostenible basado en baterías reutilizadas conseguirá dotar de robustez y flexibilidad al sistema eléctrico.
La eléctrica desarrolla un plan de movilidad sostenible, al que destinará un total de 150 millones de euros, para intensificar el despliegue de puntos de recarga de vehículo eléctrico. La iniciativa prevé la instalación de cerca de 150.000 cargadores para vehículo eléctrico, en hogares y empresas, así como en la vía pública en los próximos cinco años. La apuesta por el despliegue de la recarga en autovías y corredores priorizará las estaciones ultra rápidas (350 kW), súper rápidas (150 kW) y rápidas (50 kW).
Una red que seguirá extendiéndose y que en pocos años podrá sacar partido a la llegada al mercado de millones de baterías procedentes de los coches eléctricos de primera generación que han terminado su vida útil en el transporte, y que podrán ser reciclados y reutilizados en otras industrias, como el almacenamiento estacionario y como un soporte muy interesante a las estaciones de carga rápida como forma de reducir el impacto en la red de la entrada en acción de miles de recargas rápidas de forma simultánea.
Una alternativa de lo más interesante que ya están probando fabricantes como Volkswagen, con sus primeras estaciones de 100 kW respaldados por baterías, operadores como Shell, o el gestor de carga español IBIL, con su acuerdo con Irizar para usar las baterías de sus autobuses eléctricos.
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