Un Model 3 pierde una ventanilla circulando por autovía, y pone sobre la mesa dos de los problemas de Tesla

Julie McCuen es una propietaria de un Tesla Model 3 Standard Range+ que circulaba por una autovía en Estados Unidos, cuando una de las ventanillas traseras se desprendió de forma espontánea. Un imprevisto que ha sido grabado por el sistema de cámaras del coche, y que además ha vuelto a poner de relieve no solo los problemas de producción, sino también la mala atención postventa.

La desagradable situación ha tenido lugar en la localidad de Orange, Sur de California, cuando una de las ventanillas traseras se desprendió del vehículo cayendo en la carretera después de que el vehículo pasase por encima de un pequeño bache durante un cambio de carril.

Por suerte sin provocar daños a otros vehículos ya que esta no salió volando, provocando solo un susto a la conductora y también a los ocupantes de un vehículo que le precedía y que ha tenido que es esquivar la pieza caída invadiendo algo su carril derecho.

Pero la situación desagradable no terminó aquí para la propietaria del Tesla. Y es que esta decidió acudir a su Servicio Técnico Tesla más cercano buscando una solución a lo que a falta de datos más concretos, parece un problema de fabricación del coche, lo que debería estar cubierto por la garantía.

Al llegar al taller, los responsables le han dicho que eso no estaba cubierto, y que tendría que abonar la reparación de su bolsillo. Además le indicaron que tendría que volver otro día o dejar el vehículo, ofreciéndole un taxi para volver a su vivienda, situada a 65 kilómetros del taller.

Algo con lo que la propietaria no estaba de acuerdo, principalmente por la cuestión de la garantía, y además por tener que compartir un vehículo con la problemática del Covid-19. Por lo que insistió de forma intensa hasta lograr que los encargados del taller entraron en razón.

Curiosamente uno de los factores que le han ayudado a solucionar este desagradable problema ha sido el sistema de cámaras del coche, que ha permitido mostrar que la ventanilla no se ha roto en circunstancias normales, como un robo o similar, sino que se ha desprendido peligrosamente durante la marcha. Algo que ha permitido que finalmente la marca haya aceptado la responsabilidad, reparando la ventanilla en dos horas.

Algo que nos indica que Tesla tiene un problema con la calidad de fabricación de algunas unidades, y también con su servicio de post-venta. Algo que refrenda la misma protagonista de esta historia que ha añadido que ya habían acudido tres veces a ese mismo taller, y en las tres la experiencia había sido nefasta, prometiéndose no volver. Pero la fortuna hizo que su incidente sucediese a pocos kilómetros del mismo, lo que le ha obligado a tener que regresar y volver a pasar un mal rato.

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Vía | InsideEVS