BMW ha comenzado a testar en condiciones reales los primeros prototipos del i Hydrogen NEXT, un X5 con pila de combustible que servirá como laboratorio de pruebas para el desarrollo de los futuros modelos de hidrógeno de la compañía bávara. Las unidades utilizadas durante estas pruebas permitirán evaluar a la marca el funcionamiento del tren motriz, del chasis y de los sistemas electrónicos del vehículo.
BMW prevé lanzar las primeras remesas del X5 con pila de combustible al mercado en 2022, si bien inicialmente será un vehículo de producción bastante limitada. Hasta mediados de la década BMW no apostará por la fabricación a gran escala de este tipo de automóviles, un objetivo que logrará gracias a su asociación con Toyota.
De acuerdo con los responsables de la empresa, la pila de combustible podría convertirse en una alternativa a las baterías dentro del sector de los vehículos eléctricos, especialmente para aquellos clientes que no dispongan de infraestructura de carga en su hogar o que realicen viajes de larga distancia de forma relativamente frecuente.
«La tecnología de pila de combustible de hidrógeno puede ser una opción atractiva para los trenes de transmisión sostenibles, especialmente en las clases de vehículos más grandes. Es por eso que las pruebas en carretera de vehículos con un tren de transmisión de pilas de combustible de hidrógeno son un hito importante en nuestros esfuerzos de investigación y desarrollo», afirma Frank Weber, miembro del Consejo de Administración de BMW responsable del desarrollo.
El BMW i Hydrogen NEXT utiliza células individuales de origen Toyota, mientras que la pila de pilas de combustible y el tren motriz son desarrollos propios de BMW. Ambas compañías llevan colaborando en el desarrollo de estos sistemas desde el año 2013, si bien los japoneses ya ofrecen un modelo de este tipo en su gama (el Mirai), mientras que BMW todavía no ha dado el salto.
Al igual que los últimos lanzamientos 100% eléctricos de BMW (iX3, i4, iX…), el i Hydrogen NEXT hace uso de la tecnología motriz eDrive de quinta generación. El conjunto propulsor eroga una potencia máxima de 374 CV (275 kW), la misma que el motor de gasolina de seis cilindros en línea más potente utilizado actualmente por la marca.
El hidrógeno utilizado se almacena en dos tanques de 700 bares realizados en plástico reforzado con fibra de carbono (CFRP), pudiendo almacenar un máximo de 6 kg de hidrógeno en total. De acuerdo con BMW, estos depósitos solo tardarán cuatro minutos en llenarse y proporcionarán una autonomía de «varios cientos de kilómetros», sin especificar una cifra exacta.
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