De acuerdo con un análisis realizado por Transport & Environment, Volkswagen y Volvo son actualmente los dos únicos grandes fabricantes que verdaderamente están tratando de dar el salto a la movilidad eléctrica, que es la única vía para cumplir con los objetivos de neutralidad climática europeos. En paralelo, el grupo acusa a otras marcas de «poca ambición» en sus propósitos.
Este es el caso de BMW y Mercedes-Benz, que según Transport & Environment podrán alcanzar fácilmente sus objetivos de emisiones sin necesidad de tener que cambiar su estrategia de producción en profundidad. Jaguar Land Rover y Toyota también son acusadas de contar con objetivos poco ambiciosos, dependiendo en demasía de los híbridos enchufables.
Otras empresas como Ford sí que tienen objetivos ambiciosos, pero carecen de una estrategia industrial definida que les permita llevarlos a cabo. En este contexto, habría que señalar que la tercera marca mejor posicionada tras Volkswagen y Volvo sería Renault, que se beneficiará enormemente de su know-how en materia de movilidad eléctrica a pesar de que sus planes a corto plazo son menos agresivos que los de los alemanes y suecos.
«La Unión Europea debería guiar a la industria, no al revés. Los fabricantes de automóviles están claramente en condiciones de cambiar su producción a vehículos eléctricos, pero actualmente no hay ningún incentivo para pisar el acelerador. Los tres principales fabricantes de automóviles alemanes pueden producir un 50% de vehículos eléctricos para 2030 sin ningún problema, por lo que la Comisión debe elevar los objetivos más allá de eso», explica Stef Cornelis, Director para Alemania de Transport & Environment.
«A menudo escuchamos que el cambio a la movilidad eléctrica costará puestos de trabajo en Alemania, pero se pasan por alto las oportunidades. La producción de coches eléctricos aumentará mucho más rápido de lo que pensamos hoy y superará las disminuciones en la producción de motores de combustión interna. Alemania puede convertirse en un centro de movilidad eléctrica en Europa, pero ahora tiene que moverse rápidamente, independientemente de si los requisitos de la Unión Europea lo exigen o no».
Transport & Environment estima que la producción de coches eléctricos superará la de vehículos con motores de combustión en 2030. Además, Alemania se convertirá en el centro de la cadena de suministro de esta industria, pues un 37% de los vehículos eléctricos de origen europeo se fabricarán en dicho país gracias al impulso de sus grupos autóctonos.
Fuente | Transport & Environment
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