Alpine, la marca deportiva del Grupo Renault, quiere volver a la primera plana del panorama internacional por todo lo alto. La firma normanda, cuyo gama actualmente está formada por un único modelo, el deportivo A110, está reconstruyendo su imagen tras más de veinte años fuera del mercado gracias a su participación en la Fórmula 1 y en el Mundial de Resistencia.
En paralelo, la compañía ha confirmado que se electrificará por completo a mediados de la década, expandiendo su alineación a tres modelos: un hot hatch derivado del Renault 5 E-TECH Electric, un crossover basado en la plataforma modular CMF-EV ya vista en el Nissan Ariya, y un deportivo llamado a sustituir al A110. Cuando el actual A110 térmico sea reemplazado por su heredero eléctrico, Alpine pasará a tener una gama integrada exclusivamente por vehículos cero emisiones.
Mientras que tanto el hot hatch como el crossover emplearán exclusivamente tecnología de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, el sucesor A110 está siendo desarrollado en colaboración con Lotus, perteneciente al grupo chino Geely. Al igual que Alpine, el histórico fabricante de deportivos británico tiene una larga experiencia desarrollando deportivos ligeros.
Gilles Le Borgne, director de ingeniería del Grupo Renault, ha confirmado durante el Salón del Automóvil de Múnich que el sustituto del A110 seguirá priorizando la agilidad sobre la potencia a pesar del peso adicional que supondrá su tren motriz eléctrico. «Alpine siempre ha tratado de construir máquinas que despierten sonrisas, no persigue grandes potencias, y mantendremos nuestro enfoque en eso».
El nuevo Alpine A110 será desarrollado con Lotus
Para contrarrestar el peso extra de las baterías, Alpine confiará en la tecnología de vectorización de par, lo que permitirá garantizar un comportamiento dinámico optimizado. «Para nosotros, es más importante mantener el equilibrio adecuado entre potencia y agilidad. Eso es lo que significa rendimiento cuando se habla de Alpine: es nuestro ADN».
De acuerdo con una serie de filtraciones, Alpine estaría trabajando en el desarrollo de un tren motriz formado por dos motores eléctricos situados en el mismo eje, cada uno de los cuales tendrá su propio inversor. Por lo tanto, el nuevo «A110» seguirá siendo un vehículo de tracción trasera, algo que contrasta con la mayoría de modelos eléctricos de altas prestaciones actualmente a la venta, que tienen tracción total gracias al empleo de un motor en cada eje.
Dado que Lotus apostará por los sistemas eléctricos de 800 voltios en sus futuros coches eléctricos, es de esperar que esta configuración también llegue al nuevo vástago de Alpine. Por lo tanto, podrá acceder a cargas ultra-rápidas de alta potencia, algo que resultará especialmente útil a aquellos clientes que disfruten exprimiendo al máximo las capacidades deportivas de su coche.
Fuente | Autocar
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