DESTEN desarrolla una batería compatible con recargas de hasta 900 kW, sin refrigeración líquida y larga vida útil
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Publicado: 18/10/2021 10:40
Los tiempos de carga, la carga rápida y la vida útil, suelen ser tres elementos que muchas veces deben caminar en solitario en las baterías actuales de los coches eléctricos. O velocidad de carga o vida útil. Ahora la empresa china DESTEN ha presentado un prototipo de una nueva química capaz de solucionar estos problemas, y además con un conjunto más sencillo y sostenible.
Según los primeros datos, esta nueva batería puede acceder a potencias de hasta 900 kW, lo que en la práctica supone una recarga casi tan rápida como el repostaje de un coche de combustión, pudiendo pasar un modelo medio de 0 al 80% en 4 minutos y 40 segundos.
La capacidad de carga ultrarrápida de DESTEN es el resultado de una serie de desarrollos con materiales y estructuras, que incluyen fórmulas químicas diferentes producidas en una línea de fabricación personalizada. DESTEN dice que las celdas puede alcanzar 3.000 ciclos, lo que permite a un coche eléctrico medio lograr superar los 1,5 millones de kilómetros en su vida útil, momento en el que todavía mantendrá un 80% de la capacidad de la batería.
Una de las principales peculiaridades de esta batería, es que puede mantener la estabilidad térmica sin ayudas de un complejo y costoso sistema de refrigeración líquida. Tanto durante la recarga a elevadas potencias, como durante su funcionamiento. Algo que se traduce en un menor coste y la posibilidad de ser instalada en vehículos más económicos.
Según el fabricante, las certificaciones independientes han indicado que puede mantener una temperatura de menos de 15 grados centígrados por encima de la temperatura ambiente durante el funcionamiento.
Su capacidad de poder gestionar elevadas potencias de carga supone además de menores tiempos de recarga, también poder sacar mayor partido a la frenada regenerativa. Algo que destacan sus diseñadores que indican que esto permitirá elevar su eficiencia y reducir todavía más el uso de los frenos mecánicos, incluso durante los momentos de uso de altas prestaciones. Como la competición.
Completa el conjunto, del que nos faltan muchos detalles técnicos, empezando por la química utilizada, que su fabricación se realizará en plantas alimentadas principalmente por energías renovables. Un aspecto que añade un extra de sostenibilidad a una batería que ha superado la fase de desarrollo y ahora se enfrenta a la última fase de pruebas previa al inicio de sus ventas.
Unas celdas que según la web de DESTEN, cuentan con una densidad energética de 160 Wh/kg, volumétrica de 350 Wh/L, con una potencia específica de 1.600 W/kW y una tasa máxima de carga de 10C. Cifras que en el caso de la densidad energética se colocan a la altura de las celdas de litio-ferrofosfato, pero a las que supera en capacidad volumétrica y potencia específica.
Una tecnología que de confirmarse sus capacidades, permitirá extender una red de recarga ultrarrápida capaz de ofrecer una alternativa de carga en pocos minutos a los clientes que no tengan una plaza de garaje, también a los que quieran hacer un viaje, e incluso como alternativa a la electrificación de vehículos pesados como camiones y autobuses, pero también como solución a las redes eléctricas, que podrán contar con baterías de respaldo de altas prestaciones y larga vida útil.
La pregunta es quién será el primer cliente de DESTEN. La respuesta puede ser el nuevo superdeportivo eléctrico Piëch, que llegará al mercado en 2024 dotado de esta avanzada batería que le permitirá lograr una autonomía de 500 km, y un tiempo de recarga hasta el 100% en una toma de alta potencia de unos 8 minutos.
Por supuesto, el papel lo aguanta todo y Piëch y DESTEN tendrán que demostrar sobre el terreno las capacidades de su batería. Algo que debería suceder en 2022 con la presentación del primer prototipo funcional del Piëch GT, que será el encargado de dar el pistoletazo de salida a esta prometedora tecnología.
Fuente | DESTEN