El 911 es, sin lugar a dudas, el modelo más icónico de Porsche. Este deportivo, que lleva fabricándose ininterrumpidamente desde el año 1964, es la piedra angular de la compañía: de su clásico diseño beben todas las nuevas propuestas de la marca, desde las berlinas Taycan y Panamera hasta los SUV Macan y Cayenne.
La firma de Stuttgart confirmó hace tiempo que irá electrificando paulatinamente su gama de automóviles a lo largo de los próximos años; sin embargo, hasta ahora los directivos de la compañía siempre dejaban fuera de la ecuación al 911, cuya electrificación por el momento será parcial (a mediados de la década recibirá una variante híbrida enchufable).
Tras el Taycan, el próximo coche eléctrico de la marca será el Macan, su SUV de acceso. El tercero será el 718 Cayman/Boxster, que abandonará los motores de combustión en 2024. Los siguientes serán el Panamera, desarrollado dentro del proyecto Landjet de la división Artemis de Audi, así como el Cayenne, que probablemente parta del próximo Audi Q8 e-tron.
Con casi toda su gama electrificada, el último Porsche térmico que quedará será el 911. Los motivos esgrimidos por Porsche para evitar su electrificación han sido muchos en los últimos años, siendo el principal su peculiar distribución mecánica: el 911 tiene el motor «colgado» tras el eje trasero, lo que le da una silueta muy característica, una configuración interior 2+2 típica de un gran turismo y un comportamiento dinámico bastante personal.
Mantener la clásica silueta del Porsche 911 será imposible con las nuevas normativas de emisiones
Sin embargo, todo parece indicar que serán precisamente estos atributos los que obligarán a electrificarlo. Michael Mauer, jefe de diseño de Porsche, ha sido el primero en abrir la veda. «La silueta del 911 actual es icónica, y eso tiene que quedarse. Hemos demostrado a lo largo de los años que un nuevo 911 siempre es un 911, pero es uno nuevo.
Cuando escuchaba a los ingenieros hablar de motores de combustión con limitaciones en sus sistemas de escape, me preocupaba pensando en cómo integrar algo así, porque lo más probable es que el voladizo trasero fuera de casi dos metros. Ahora estoy menos preocupado porque la tecnología eléctrica nos da más libertad.
Quizás en su próxima generación todavía podamos hacer un 911 con motor de combustión. No lo sé. Como diseñador, encontraremos soluciones. Soy parte del equipo que pasó de la refrigeración por aire a la refrigeración por agua, y ahora tenemos motores turboalimentados [en toda la gama]. Tal vez un 911 eléctrico sea otra historia, pero desde el punto de vista del diseño, un 911 eléctrico sería aún más fácil [de hacer] en el futuro.
Solía decir que un 911, en su conjunto, es 100% emoción. Y el sonido del motor de seis cilindros no es el 100% de la emoción. Es el estilo, es la conducción, cómo toma las curvas. Los motores eléctricos con respecto al par y al rendimiento ofrecen eso: sí, falta el sonido, pero si miras a los niños pequeños de hoy, ¿lo necesitan? No sé».
Fuente | Autocar
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