Los últimos informes desvelados recientemente por el Instituto Forense de los Países Bajos (NFI), tras ‘descifrar’ el sistema de almacenamiento de datos de conducción usado por Tesla, ha dejado tras de si unas interesantes filtraciones sobre los usos que realiza la firma de las informaciones recopiladas a través de la flota de coches eléctricos del fabricante estadounidense.
Según ha revelado Reuters, Tesla almacenan datos sobre el funcionamiento del sistema de asistencia al conductor Autopilot. Además, dependiendo de cómo se use el vehículo, también se puede almacenar información sobre la velocidad, la posición del pedal del acelerador y el uso del freno, según la NFI.
Toda esta información puede estar siendo guardada en los servidores de Tesla por periodos que pueden llegar a un año completo según el laboratorio holandés. «Estos datos contienen una gran cantidad de información para investigadores forenses y analistas de accidentes de tráfico y pueden ayudar con una investigación criminal después de un accidente de tráfico fatal o un accidente con lesiones«, afirmó Francis Hoogendijk, investigador digital del NFI.
Datos cifrados
Según el instituto forense, Tesla cifra sus datos de conducción codificandolos para mantener su tecnología segura frente a otros fabricantes y empresas, a la vez que protege la privacidad de los usuarios y conductores de sus coches eléctricos. Elon Musk confirmó que para activar la versión Beta del Full Self Driving, tendrían que acceder a los datos de conducción del usuario
Gracias a los sistemas integrados de visión y captura de datos, los propietarios de automóviles Tesla, pueden solicitar sus datos, incluidas las imágenes de la cámara, en caso de accidente. De la mano de a estas capacidades, además de la posibilidad de capturar en un USB las imágenes de 4 de las 8 cámaras exteriores de todo Tesla, los propietarios y autoridades pueden tener acceso a información que puede ser determinante, en caso de accidentes u otros daños ocasionados en sus vehículos, incluso situaciones de peligro provocadas por conductores y otros automóviles en la carretera.
Gracias a esta tecnología, pionera del sector, Tesla puede ofrecer información y cumplir con las solicitudes de datos de las autoridades de cada país. En el caso analizado en Holanda, Tesla solo proporcionaba algunos campos de los datos y omitía información que podría haberse demostrado de utilidad en algunas de las investigaciones de accidentes, según informan desde el NFI.
Un informe realizado con ingeniería inversa
El informe de las autoridades de países bajos indica que: «Sin embargo, Tesla solo proporciona un subconjunto específico de señales, solo las solicitadas, para un período de tiempo específico, mientras que los archivos de registro contienen todas las señales registradas«.
Los datos sobre el estilo de conducción de los usuarios de vehículos Tesla, se ha puesto de moda una vez que se ha abierto al público la versión beta del FSD (conducción autónoma total) en los Estados Unidos de America.
Para acceder a esta última versión del software, se debe pasar un ‘examen’ donde Tesla puntúa la forma de conducir de los usuarios, y según el resultado les permite acceder o no a la versión beta de este avanzado software.
Según Tesla, en la actualidad hay 150.000 conductores que utilizan su nuevo sistema basado en la ‘puntuación de seguridad‘, necesaria para convertirse en un probador de la versión beta de conducción autónoma completa, siempre y cuando el coche hubiera pagado el extra que supone la adopción del FSD.
Este sistema de puntuación original de Tesla no está exento de polémica. Recientemente el jefe de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) calificó a esta «etiqueta de conducción autónoma completa de engañosa e irresponsable«, mientras la compañía aumentaba su base de probadores gratuitos del nuevo software de conducción autónoma basado exclusivamente en la «visión» de las cámaras del vehículo.