Tesla es un fabricante diferente al resto de la industria en numerosos aspectos. Uno de ellos es su modelo de venta y distribución, pues la compañía californiana no tiene una red de concesionarios como ocurre con la mayoría de marcas del mercado, sino que ha apostado desde el principio por vender sus automóviles directamente a los compradores.
Este modelo de venta directa, que ya está siendo imitado por rivales como Volvo, implica que los vehículos siguen siendo propiedad de la marca hasta que se realiza la entrega a los usuarios. Por este motivo, agilizar los tiempos de tránsito es extremadamente importante desde un punto de vista financiero, pues cuando se tienen muchos automóviles sin entregar al final de un trimestre, las finanzas se resienten.
Con el objetivo de evitar este problema, las unidades dedicadas a la exportación son fabricadas en Fremont y Giga Shanghái al comienzo de cada trimestre; sin embargo, esto tiene como consecuencia que al final de dicho trimestre el personal de la compañía tiene que enfrentarse a una oleada de entregas masiva, lo que repercute negativamente no solo en la experiencia de los clientes, sino también en los costes asociados.
Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, ya anunció en su momento su intención de reducir estas oleadas, algo que permitiría reducir costes y la presión a la que están sometidos los empleados. Este objetivo ha sido corroborado por el magnate en el último correo electrónico que ha enviado a sus trabajadores.
Tesla quiere reducir las oleadas de entregas trimestrales
«Seguiremos teniendo una gran ola de entregas en las últimas semanas de diciembre, ya que todavía no tenemos un gran volumen de producción ni en Europa ni en Texas, lo que significa [que habrá] muchos coches en barcos desde China a Europa y en camiones y/o en tren desde California a la costa este a finales del trimestre, pero no obstante, este es el momento adecuado para comenzar a reducir el tamaño de la ola a favor de un ritmo de entregas más constante y eficiente».
Así, el polémico empresario ha querido hacer hincapié en que el esfuerzo realizado al final de cada trimestre para lograr el mayor número posible de entregas ya no es tan importante. Es de esperar que, una vez que Giga Austin y Giga Berlín estén funcionando a pleno rendimiento, estas oleadas se vayan reduciendo a su mínima expresión, aunque es probable que no desaparezcan por completo.
Fuente | Electrek
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