Los coches eléctricos supondrían una importante reducción en las emisiones contaminantes incluso con una red eléctrica 100% dependiente del carbón
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Publicado: 13/02/2021 12:40
De acuerdo con un estudio publicado por Transport Energy/Emission Research (TER), si el parque automovilístico australiano estuviera completamente electrificado, las emisiones de dióxido de carbono del país se reducirían notablemente… incluso aunque la red eléctrica estuviera alimentada al 100% por carbón.
En su comparación entre las emisiones de vehículos térmicos y eléctricos a baterías, TER hace notar que con el mix energético de Australia en 2018 (80% de carbón y similares, 20% de renovables), las emisiones derivadas del transporte se reducirían entre un 16% y un 40% si toda la flota de automóviles australiana fuera eléctrica.
Estos números mejoran notablemente según se va incrementando el peso de las renovables. Así, si el mix energético de Australia estuviera formado en un 90% por energías renovables, las emisiones se reducirían entre un 70% y un 80%. Si nos pusiéramos en el otro extremo y realizáramos los cálculos con un mix dependiente por completo del carbón, los eléctricos seguirían suponiendo una reducción de entre un 5% y un 29%.
El estudio es en líneas generales muy completo, pues tiene en cuenta las emisiones durante todo el ciclo de vida de los vehículos, incluyendo aquellas derivadas de la fabricación de las baterías. Por otro lado, no hay que perder de vista que el mix energético de Australia se está descarbonizando de forma muy rápida, por lo que los beneficios de una rápida adopción de la electromovilidad son cada vez mayores.
Robin Smit, autor del estudio y director de TER, declara lo siguiente en relación a estos resultados: «La rápida electrificación de la flota de vehículos de pasajeros es una forma sólida de reducir sustancialmente las emisiones de gases de efecto invernadero en Australia. Por cada coche eléctrico vendido, se lograrían inmediatamente reducciones significativas en las emisiones por kilómetro recorrido.
Por lo tanto, es esencial que se promuevan las ventas de coches eléctricos ahora para garantizar que la flota australiana alcance un nivel significativo de electrificación para 2030. Los beneficios en materia de emisiones de gases de efecto invernadero de los vehículos eléctricos solo aumentarán con el tiempo a medida que la red eléctrica australiana se descarbonice».
Fuente | The Driven