Cada vez más voces piden que Europa termine con el motor de combustión en 2030

En una carta conjunta, varias organizaciones medioambientales europeas han pedido a las administraciones que den los pasos necesarios para que la prohibición de producción de coches con motor de combustión se acelere y se logre completar en 2030.

Entre las firmantes están la organización no gubernamental sin ánimo de lucro Germanwatch, Transport & Environment y Greenpeace, piden a los fabricantes de coches europeos que pongan final a la producción y venta de coches con motor diésel o gasolina como muy tarde en 2030.

Esta carta indica que grupos como Volkswagen, Daimler o BMW, deberían comenzar a orientar su producción hacia la movilidad eléctrica para lograr que a finales de la década el mercado sea el que haya arrinconado a los motores de combustión a un papel irrelevante.

La petición enviada a los responsables políticos y a los máximos dirigentes de los grupos automovilísticos europeos indica que es hora de que estas empresas asuman un papel de liderazgo con pasos concretos y objetivos a corto plazo en la lucha contra la crisis climática, en lugar de simplemente adherirse a los requisitos mínimos legales existentes y también utilizar todo tipo de lagunas normativas.

Los autores además destacan la gran influencia de los principales fabricantes de automóviles y su «enorme responsabilidad» con el medio ambiente, la prosperidad a largo plazo de Europa y la protección de sus puestos de trabajo a largo plazo.

Y es que esta carta pone sobre la mesa dos de los problemas que afectarán a Europa en caso de no dar pasos decididos de cara a la transformación de su sector transporte. Por un lado está la pérdida de competitividad frente a los fabricantes asiáticos, que seguirán aumentando su cuota de mercado a costa de puestos de trabajo en nuestro continente.

La otra no menos importante es la cuestión ambiental. Y es que en medio del mal llamado cambio climático, realmente una crisis climática, los costes sanitarios de seguir durante décadas con un modelo basado en los motores de combustión supondrá condenar a millones de personas a vivir en entornos contaminados, con el impacto directo en su calidad de vida y su salud.

Una petición de terminar con los motores de combustión interna que hace unas semanas también era solicitado por una decena de países pertenecientes a la Unión Europea, que exigen a Bruselas un calendario preciso que ponga fin a la venta de coches alimentados por combustibles fósiles. La idea de concretar la prohibición de la venta de automóviles gasolina y diésel en toda la UE parece acelerarse entre diversos países europeos.

Iniciativa de la que forman parte Austria, Bélgica, Dinamarca, Grecia, Irlanda, Lituania, Luxemburgo, Malta y Países Bajos, que han remitido una carta enviada a la Comisión Europea, donde solicitan la puesta en marcha del calendario que marque el fin de los coches como emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero, que como vemos desde diferentes sectores piden sea en 2030.

Algo que supondría todavía 9 años por delante para realizar una transición que las normas sobre emisiones no está logrando acelerar tal como estaba previsto, gracias a las lagunas que estas normas dejan para conseguir cumplir objetivos con pequeños trucos. Algo que se terminaría de raíz con el anuncio de la prohibición total en 2030, que sin duda tendría un impacto directo ya a corto plazo con el final de las inversiones en nuevos desarrollos, y la canalización de esos recursos a los sistemas eléctricos.

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Fuente | Germanwatch