El futuro rediseño del Tesla Model 3 podría tener este aspecto. ¿Qué mejoras ofrecerá para mantener su liderazgo mundial?

El Tesla Model 3 es actualmente el coche eléctrico más vendido del mundo. Aunque la firma californiana estima que eventualmente el nuevo Model Y lo terminará superando, algo debido principalmente a que a día de hoy los SUV son mucho más populares que las clásicas berlinas, por el momento su dominio planetario parece incuestionable.

Sin embargo, no hay que perder de vista que el Model 3 se presentó hace ya cuatro años, a mediados de 2017. Además, los primeros prototipos vieron la luz en 2016, por lo que su diseño cuenta ya con cinco años a sus espaldas. A pesar de que por el momento el sedán eléctrico mantiene una salud de hierro, tarde o temprano Tesla se verá obligada a renovarlo.

Lo cierto es que la firma californiana no acostumbra a cambiar demasiado el diseño original de sus automóviles a la hora de actualizarlos. El mejor ejemplo lo encontramos en el Model S, cuyo aspecto sigue siendo a grandes rasgos casi idéntico al que tenía en 2012 a pesar de que ya ha sido sometido a dos restylings (uno en 2016 y otro en 2021).

Esto también se puede aplicar al Model X, que data de 2015 y acaba de recibir una ligerísima actualización estética que apenas altera sus líneas. El propio Model 3 se benefició el año pasado de un primer facelift que trajo consigo numerosas mejoras de pequeño calado: faros ligeramente rediseñados, eliminación de los cromados de la carrocería, nuevas llantas, etc.

Sin embargo, al igual que en el caso de los Model S y Model X, la mayoría de cambios se encuentran en el interior. Así, Tesla aprovechó este rediseño para añadir una bomba de calor para el sistema de calefacción, equipamientos como un volante calefactado, ventanillas delanteras laminadas, una nueva consola central más cualitativa, etc. Incluso se añadió una nueva batería de 82 kWh en las versiones Long Range.

Los rumores apuntan a que la próxima gran actualización del Model 3 llegará cuando comience a producirse en Giga Berlín, la primera planta europea de Tesla. A pesar de que inicialmente de sus líneas solo saldrá el Model Y, más adelante (seguramente en 2023) también le acompañará su hermano sedán, que podría beneficiarse de mejoras como un bastidor formado por tres grandes piezas de fundición (sección delantera, central y trasera), unas baterías estructurales con celdas 4680 y una suspensión neumática adaptativa.

Todo esto redundará en una autonomía superior y en un coste de producción reducido. Sin embargo, ¿traerá esta actualización consigo un rediseño estético? El canal TheSketchMonkey ha realizado una recreación de como podría lucir el renovado Model 3, que adoptaría el lenguaje de diseño del próximo Roadster, previsto para 2022. Sin embargo, más allá de un frente más aerodinámico, parece poco probable que el resto de la carrocería sufra demasiados cambios.

El habitáculo en cambio sí que podría beneficiarse de una mayor evolución para marcar distancias con el inminente compacto que Tesla está desarrollando en China y que se convertirá en su nuevo acceso de gama. Así, es posible que el Model 3 adopte a medio plazo un salpicadero inspirado en el de los nuevos Model S y Model X, igual de minimalista pero con más empaque.

Imágenes | TheSketchMonkey

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