El Microlino ya está a la venta. ¿Merece la pena este coche eléctrico low cost disponible desde 15.000 euros?

Viene con un poco de retraso, pero por fin se admiten las reservas del Microlino. Se trata de un cuadriciclo eléctrico pesado con homologación L7e. En otras palabras, es un vehículo que alcanza los 90 km/h y no se puede conducir con licencia de ciclomotor (AM), pero sí con el permiso B1 que la DGT está preparando para los conductores más jóvenes.

La producción comenzará muy pronto, y los primeros ejemplares serán de la Pioneer Series, la ya habitual serie de lanzamiento con atractivas características en relación a su precio, solo habrá 999 unidades. Sin impuestos, las tarifas arrancan en 14.990 euros para el modelo más básico. Además del Pioneer Series hay tres niveles de equipamiento: Urban, Dolce y Competizione. El motor es el mismo siempre, de 12 kW nominales y 19 kW de pico.

En cuanto a baterías, hay tres tamaños y capacidades. Las básicas tienen 6 kWh, para 91 kilómetros, pero no estarán disponibles hasta el segundo trimestre de 2023. En el lanzamiento las baterías estándar serán las Medium Range de 10,5 kWh (177 km), y para el primer trimestre del año que viene se podrán elegir las Long Range de 14 kWh (230 km). Según equipamiento, lleva unas u otras.

Podemos jugar con el configurador oficial de Microlino para ver el precio de las distintas opciones, colores (salvo el blanco, 490 euros cada uno), llantas, etc. El sobreprecio de las baterías medianas es de 1.990 euros, y las de máxima autonomía implican 3.500 euros más sobre el modelo base. Por lo tanto, las versiones con más sentido estrictamente económico son las más sencillas, pero esto depende del uso que se prevea del Microlino.

Las versiones más caras entran en el terreno del Dacia Spring Electric, desde 17.905 euros, solo que este modelo ya se queda fuera del ámbito del futuro permiso B1. Por otra parte, el Dacia viene con más capacidad de baterías por el mismo precio, 27,4 kWh, que es prácticamente el doble. Como rival más cercano en España está el Invicta Electric D2S, de capacidad similar, con una versión limitada de potencia para permiso B1.

Este simpático vehículo hereda la misma ventaja que tenía el modelo en el que se basa, el mítico Isetta, por lo que es mucho más fácil aparcarlo en centros urbanos donde escasea el sitio. Eso sí, hay que recordar que el acceso y salida es por la parte delantera, tampoco se puede apurar mucho aparcando en línea. Al igual que el smart fortwo, tendrá su público. No compite con cuadriciclos más sencillos como el Citroën Ami, pero es una alternativa a los eléctricos de acceso en la categoría de turismos.

De todas formas, hay que recordar que una cosa es comprar un vehículo y otra mantenerlo. El Microlino tendrá un coste de mantenimiento previsiblemente inferior al Dacia Spring Electric, amén de consumir menos energía al ser más ligero y compacto, por lo que las cuentas también pueden salir aunque a primera vista parezca que no. Cuando más sencillo es un vehículo, más fácil es mantenerlo y más barato hacer cada kilómetro.