En el mundo de los combustibles fósiles, estamos acostumbrados a ver como las fluctuaciones del coste del petróleo hace que las gasolinas suban y bajan casi de forma diaria. Pero también vemos un curioso efecto que provoca que las subidas se apliquen muy rápido, mientras que las bajadas lo hacen más despacio. Algo que parece estamos viviendo ahora en el sector de la recarga rápida de coches eléctricos en España.
Y es que en el último año hemos visto como los precios de algunas redes se han duplicado. Por ejemplo, en la red de Supercargadores de Tesla, en octubre de 2021 el coste del kWh estaba en 0.31 euros. Unas semanas antes estaba en 0.29 euros. Hoy en día si queremos cargar en la red, teniendo un Tesla por supuesto, el coste va de los 0.50 a los 0.55 euros el kWh según la hora en la que carguemos. Un 78% más que el pasado año.
La razón de esta subida, que ha sido seguida en mayor o menor medida por el resto de operadores, está en el desproporcionado incremento de los precios de la electricidad. Una dinámica provocada por las tensiones en el mercado del gas, que ha disparado los costes de forma astronómica.
En España, y hablando del mercado regulado, hemos llegado a superar los 45 céntimos de euro por kWh. Una cifra totalmente demencial para el mercado residencial donde a principios de este año se podían firmar contratos en el mercado libre a menos de 17 céntimos de euro el kWh.
Una dinámica que ha vivido una situación explosiva con el inicio de la agresión de Rusia a Ucrania, y que se ha acrecentado este pasado mes de agosto donde el MWh en el mercado mayorista se disparó hasta los 212,03 euros/MWh, un 90,2% superior que el de 2021.
Pero según ha pasado el verano, el coste de la energía ha comenzado una rápida bajada bajada que le ha llevado a mínimos del año, con un coste de entre 78 y 180 euros el MWh, y con jornadas históricas donde el coste ha llegado a cotizar a solo 4 euros el MWh.
Esto ha tenido una repercusión en el coste energético para las viviendas que cuenten con una tarifa regulada, que han visto como el coste del kWh ha bajado también de forma sostenida con un precio medio en octubre por debajo de los 25 céntimos el kWh, y jornadas donde el precio del kWh ha bajado de media de los 10 céntimos el kWh.
Pero ante esta situación, no hemos visto una bajada en los precios de la recarga rápida para coches eléctricos. En el caso comentado de Tesla, el precio se mantiene hoy a los entre 50 y 55 céntimos de euro el kWh. Y lo mismo que se puede decir para el resto de operadores.
Ahora la pregunta que nos queda es saber si bajarán las tarifas de las redes de carga rápida de coches eléctricos al mismo ritmo que han subido en la primera mitad del año, o se mantendrán las subidas en los próximos meses.
