El principal mercado automovilístico de Europa ha estado dando pasos para lograr una mayor implantación del coche eléctrico en sus carreteras, y lo ha hecho de forma exitosa. Un sistema que combina fuertes ayudas públicas, con aportaciones de los fabricantes, que ahora se enfrenta al inicio de una fase donde se irán reduciendo las cantidades de forma paulatina.
En la actualidad, los usuarios pueden acceder a una ayuda que llega a los 9.000 euros, de los cuales 3.000 euros los ponen los fabricantes acogidos a este sistema. Un formato además bastante rápido, que en poco más de un mes permite a los compradores tener el dinero en su cuenta.
El resultado ha sido una fuerte implantación que ha llevado las matriculaciones de coches eléctricos hasta ocupar el 17.1% de las ventas el pasado mes de octubre, con un crecimiento del 25% respecto al pasado año. Cifra a la que podemos sumar el 15.4% de los híbridos enchufables, que han aumentado sus números un 35%, y que supone que en octubre, el 32.5% de los coches vendidos en Alemania cuentan con un sistema de carga.
Ahora, el gobierno alemán ha confirmado que a partir del 1 de enero de 2023 las ayudas que entrega el gobierno bajarán hasta los 4.000 euros, lo que supone que el montante total incluyendo el descuento del fabricante será de 7.000 euros.
Otra modificación de importancia es que los híbridos enchufables ya no tendrán derecho a ayudas públicas. Un duro golpe a una tecnología muy popular, principalmente entre las empresas, que verán como se terminan los descuentos a cargo del estado.
También se aumentará el periodo mínimo de propiedad del vehículo, que pasará a ser de un año. Una medida pensada para evitar la especulación y la venta de unidades subvencionadas en el mercado de segunda mano, logrando el cliente un beneficio por un vehículo usado durante unos meses.
Queda por solventar un problema que acecha a todos los compradores por Europa adelante. Los plazos de entrega de los vehículos y su impacto en las ayudas. Y es que hasta ahora se ha tenido en cuenta la fecha de entrega del vehículo para comenzar a procesar la ayuda. Pero en un mercado con unos plazos de entrega cada vez más largos, supone que ni comprador ni vendedor saben la cantidad que tendrán que solicitar para la financiación, ya que para la fecha de llegada del vehículo, la norma podría haber cambiado nuevamente, reduciendo la ayuda.
Pero lo que está claro es que caminamos hacia el final de las ayudas públicas a la compra de coches eléctricos. Momento que pondrá a prueba tanto la fortaleza del mercado, como también las políticas de los grandes grupos de aumentar márgenes a costa del dinero público. Y es que si los precios se mantienes, o incluso bajan, con el final de las ayudas, se confirmará lo que muchos expertos llevan tiempo avisando de que este formato solamente sirve para engordar las cuentas de los fabricantes, sin apenas impacto en el bolsillo de los compradores.
Algo que por ejemplo, ha llevado a China a dar por finalizadas las ayudas públicas del gobierno el próximo 31 de diciembre de 2023.
Vía | KFZ
