¿Quieres estar informado diariamente con las últimas novedades del mundo del motor?

Ahora no Permitir

BYD adelantará a CATL lanzando las baterías de sodio para sus coches eléctricos económicos

Mientras que CATL ha sido noticia estas últimas semanas por la presentación de sus prometedoras baterías de ion sodio. Pero ahora ha sido BYD la que ha dado un golpe sobre la mesa, indicando que su diseño ya está listo para una producción que comenzará en el segundo trimestre de 2023.

Actualmente, BYD está trabajando en terminar los procesos de verificación y certificación de sus baterías de ion sodio, para de esa forma tenerlas listas para comenzar su producción en masa durante el primer semestre del próximo año, lo que convertirá a la empresa de Shenzhen en la primera en tener esta tecnología instalada en un coche eléctrico de producción.

El objetivo es poner en marcha un tipo de batería que de momento destaca por contar con una menor densidad energética que las de litio. Pero a cambio, elimina el uso de materiales caros y raros, lo que permite contar con un coste mucho más bajo

En el caso de BYD, el objetivo es cubrir la demanda de sus vehículos más económicos. De esa forma, los primeros modelos en recibir esta química será la berlina Qin EV, el compacto Dolphin y el urbano más económico de la gama BYD, el nuevo Seagull, que todavía no se ha presentado en sociedad pero al que ya hemos podido ver circulando durante unas pruebas.

BYD Seagull

Una gama de eléctricos cuyos precios razonables estarán favorecidos por el bajo coste de las baterías de sodio, que permitirá poner en el mercado modelos con precios antes de ayudas de entre 10.000 y 15.000 euros. Uno de los nichos de mercado que más fuerte está creciendo en China, siendo los modelos por debajo de los 10.000 euros el 36% del total de ventas en los 10 primeros meses del año en China.

Un crecimiento del mercado que está empujando las cuotas de eléctricos que según la propia BYD, se espera alcance el 35% del total de ventas en los últimos meses de este mismo año. Una dinámica que sin duda con la irrupción de las nuevas baterías de sodio, continuará en 2023, y donde como vemos, BYD será uno de los principales protagonistas.

Baterías de sodio: costes, producción y limitaciones

Según los datos de los medios chinos, el actual coste de producción de las baterías de ion sodio es de aproximadamente 120 euros por kWh. Cifra comparable a las baterías de litio-ferrofosfato. Pero estas son cifras sin aplicar una economía de escala que se estima que permitirá bajar el coste hasta los 67 euros el kWh cuando se alcance una capacidad de unos 50 GWh/año.

Entre los factores a favor para la adopción y la expansión de la producción de baterías de ion sodio es que este puede reutilizar en gran medida el proceso de producción existente de baterías de litio. La producción de baterías de litio incluye más de 20 procesos, y a excepción del proceso del recubrimiento de la lámina de cobre, es decir, el proceso de recubrimiento de los materiales de los electrodos positivo y negativo en la lámina de cobre, los otros procesos de las baterías de sodio son básicamente los mismos que las de las baterías de litio.

Pero esta tecnología también tiene sus límites. El primero es su baja densidad energética. A pesar de su mejora en los últimos años, las cifras están incluso por debajo de las litio-ferrofosfato. En el caso de CATL, su diseño tiene una densidad 160 Wh/kg, que las colocan por debajo de los180 Wh/kg de las LFP, y muy lejos de las litio ternarias con sus 300 Wh/kg.

Es por eso que para muchos expertos, el sodio puede convertirse en una alternativa minoritaria dentro del sector del transporte ligero, siendo su uso más interesante en sistemas pesados, así como en el almacenamiento estacionario. Algo de lo que dependerá en gran manera su evolución en los próximos años.

Para otros expertos, la simple posibilidad de contar con una alternativa al litio, puede servir también para frenar la escalada de precios de componentes como el carbonato de litio, que en China ha disparado su precio por 14 veces desde 2020, encareciendo el coste de producción de las baterías de forma importante.

Compártelo: Compartir en WhatsApp Compartir en Menéame