Los fabricantes chinos tienen claro que después de la tormenta vendrá la calma. Algo que supone que una vez pasadas las actuales turbulencias que han provocado un grave problema con la cadena de suministro de componentes, la producción recuperará su ritmo. Pero el mercado será diferente y la demanda de coches eléctricos se habrá multiplicado. Es por eso que BYD quiere estar preparado para ese momento con una oferta potente por la parte alta, con el lanzamiento de una marca premium en agosto, pero también por la parte baja respecto a los eléctricos urbanos.
Es por eso que además de presentar y lanzar el exitoso Dolphin, un compacto de 4.13 metros de largo que han confirmado llegará a Europa, la marca también trabaja en una propuesta que se colocará por tamaño por debajo de los 4 metros, y que será la alternativa más económica de la marca asiática. Hablamos del BYD Seagull.
Este ha sido cazado por las cámaras indiscretas de los medios chinos, que han podido ver a un modelo durante unas pruebas en las calles chinas. Un modelo que está fuertemente camuflado, pero que nos permite ver con claridad que hablamos de un urbano puro que se colocará en el segmento de los Smart Forfour y compañía.
De momento no hay muchos detalles de esta propuesta de la que si sabemos que contará con cinco puertas, espacio para cuatro pasajeros, y que usará la plataforma 3.0 de BYD, lo que debería traducirse en un aprovechamiento de su capacidad interior notable, pero también la posibilidad de contar con versiones tope de gama con sistema de propulsión más picante. Algo que podría tener que ver con el gran alerón que monta la versión avistada durante las pruebas, y que daría como resultado un pequeño GTI eléctrico.
Montará las baterías LFP de la marca, con entre 30 y 40 kWh según versión, lo que le permitirá gozar de una autonomía de unos 300 kilómetros con cada carga.
Según los rumores, este nuevo modelo saldrá a la venta durante este segundo trimestre, y lo hará con un precio que en China arrancará en los 60.000 yuanes, que al cambio son apenas 8.500 euros.
Un coste asequible para una propuesta que como sucede con su hermano mayor el Dolphin, podría permitir lanzarlo en Europa con un coste competitivo en un mercado donde la referencia actual por precio es el pequeño Dacia Spring, con sus casi 20.000 euros de coste.
