¿Cuáles son los coches eléctricos que más y menos autonomía pierden en invierno?
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Publicado: 21/12/2022 11:57
Cuando llega el invierno, y empiezan a bajar las temperaturas, los coches eléctricos también comienzan a sufrir un incremento en su consumo y una reducción en la autonomía. Pero esto no afecta de la misma forma a todos los vehículos, tal como ha constatado un estudio que ha analizado miles de coches para saber cuáles son los que más y menos autonomía pierden cuando llega el frío.
La explicación a por qué todos los coches eléctricos del mercado sufren esta situación, es que el frío ralentiza las reacciones químicas y físicas que hacen que las baterías de los coches eléctricos funcionen, específicamente la conductividad y la difusividad.
También se debe al mayor uso del sistema de calefacción. Y es que dado que la energía para calentar y enfriar el vehículo procede de la misma batería que lo impulsa, el resultado es una evidente pérdida de autonomía.
Esto nos indica que a la hora de buscar un coche para su compra, debemos tener en cuenta también qué tal se comporta en invierno, y ver si su autonomía nos servirá para cubrir nuestras necesidades.
La consultora Recurrent ha publicado un interesante estudio que ha recopilado la información de autonomía de 7.000 vehículos, y que les ha permitido conocer la diferencia habitual de autonomía entre un vehículo que tiene que conducir en un ambiente de entre 1 y 6 grados bajo cero, a uno que tiene que moverse en un arco mucho más favorable de 21 grados centígrados.
Estos datos se dividen entre los verificados por las pruebas realizadas por los propios técnicos, y los datos recopilados entre los usuarios.
Podemos ver como hay importantes diferencias, y por ejemplo entre los datos verificados, el Ford Mustang Mach-e y el Volkswagen ID.4 son los que más sufren, con un 30% menos autonomía. Algo que le colocan en peor situación incluso que el Nissan LEAF, que no cuenta con sistema de refrigeración en su batería, y a pesar de los cual la pérdida verificada ha sido del 21%.
Por su parte los Tesla se han movido entre el 15% y el 19% de pérdida. Algo que de nuevo es llamativo, ya que no son muchos los puntos que le separan del propio LEAF.
En cuanto a los datos estimados, el peor situado es el Chevrolet Bolt, con un 32% de pérdida de autonomía, seguido del BMW i3, con un 24%, y muy de cerca el Volkswagen eGolf, con un 23%. Dos modelos alemanes que se diferencian bastante en su configuración, ya que el i3 si tiene refrigeración líquida de su batería, mientras que el Golf como el LEAF, no lleva nada.
Llama la atención el apenas 3% que reporta el Jaguar i-Pace de pérdida, o el 8% estimado del Audi e-tron. Cifras que les colocan en lo más alto de este apartado.
Datos que nos indican que en el peor de los casos, el ID.4 y el Mustang, posiblemente perdamos en torno a los 100 o 150 kilómetros de autonomía respecto a las cifras de épocas más suaves, mientras que la media se coloca entre los 50 y 70 kilómetros menos.
Pero el frío tiene otro efecto negativo, y es que además de la pérdida de autonomía, hará que el sistema de carga vaya más lento.
La explicación es que los iones fluyen más lentamente a través de las celdas que dan forma a la batería, lo que hace que el litio se acumule fuera del nodo y se convierta en un metal inerte. Este revestimiento de litio interrumpe el flujo futuro de energía y consume parte del litio que se supone que alimenta la batería, lo que puede provocar una disminución en la potencia y la autonomía.
Por lo tanto, la conclusión es que a la hora de comprar un coche eléctrico, debemos tener en cuenta su diseño, características técnicas, precio, pero también su eficiencia en la conducción en invierno. Principalmente si nos vamos a mover por zonas donde el invierno apriete.
Algo que nos permitirá tomar la mejor decisión posible y evitar sorpresas desagradables que por supuesto, no nos van a contar en el concesionario.
Fuente | Recurrentauto