Los autobuses Solaris Urbino 12 Hydrogen se van a Mallorca, 5 unidades por 4 millones de euros
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Publicado: 03/03/2022 21:23
Las Baleares forman parte de un proyecto europe, Green HYsland, que pretende establecer un paraíso de las cero emisiones en el suroeste de Europa. Se van concretando los distintos eslabones de la cadena, como el del transporte público. Después de presentar la convocatoria del concurso público de adquisición de autobuses, la empresa Solaris se lleva el contrato por valor de 3.935.000 euros. Cada autobús costará exactamente 787.000 euros, repartiéndose el coste entre el fondo Horizonte 2020, el IDAE estatal y el Govern regional.
Se trata de autobuses Solaris Urbino 12, presentados en junio de 2019, con una autonomía de servicio de hasta 350 kilómetros a base de pila de combustible de hidrógeno. La Empresa Municipal de Transportes de Palma los integrará en su flota como parte del proyecto Green HYsland, financiado parcialmente con fondos europeos. Los autobuses se han comprado, a diferencia de experimentos previos no se arriendan ni se ceden.
La EMT de Palma comprará 59 autobuses entre 2022 y 2023, de los cuales seis son eléctricos a baterías y cinco son de hidrógeno, el resto de gas natural comprimido
Su construcción ya está en proceso, el fabricante ha tardado casi un mes más en anunciarlo que la propia EMT. La planta donde se construirán está en Bolechowo (Poznan, Polonia). Este modelo ya presta servicio en Italia (Bolzano), Alemania (Colonia, Frankfurt y Wuppertal), Holanda (Holanda Meridional y Güeldres), República Checa, Suecia y Austria. En el segundo semestre estará disponible la versión articulada de 18 metros, Solaris Urbino 18 Hydrogen. También hay versión a baterías de estos dos autobuses urbanos.
Del Urbino 12 Hydrogen os podemos contar que tiene un módulo de pila de combustible de 70 kW de potencia, que alimentan baterías de litio para dar energía a los dos motores eléctricos de 125 kW/170 CV. Los tanques de hidrógeno permiten almacenar 1.560 litros (312×5), que es mucho, pero que tienen un peso ridículo en relación al propio vehículo. Cosas del elemento menos masivo de la tabla periódica.
Las ventajas operativas son más que evidentes. Son muy silenciosos y no producen más emisiones que vapor de agua, su conducción es fácil, la aceleración es suave, y se contribuye a ir descarbonizando el transporte público de la mayor de las Baleares. Esta experiencia puede ser contagiosa a otras ciudades. Aparte de Palma, Madrid y Barcelona han recibido recientemente autobuses de hidrógeno de última generación.
La EMT puede mantenerlos una jornada completa de servicio sin ningún repostaje intermedio, se rellenarán de hidrógeno en cocheras. ¿Y el hidrógeno de dónde sale? Esto ya os lo hemos contado, hay una colaboración de varias empresas para la producción de hidrógeno renovable en Lloseta, en los terrenos de la cementera CEMEX, cerrada en 2019 y reactivada para funcionar con parte del hidrógeno generado en sus instalaciones. El electrolizador se alimentará con paneles fotovoltaicos.
Todo este plan tiene un par de puntos débiles, como podemos ver en el esquema del proyecto para Baleares. El hidrógeno renovable (o verde, si es por colores) que se produzca en Lloseta no llega a Palma por ciencia infusa, sino por camión… diésel, seguro. El hidroducto para su inyección en la red de gas tiene otras finalidades. Otro posible destinatario del hidrógeno producido es un ferry de Baleària a partir de 2023.