La planta de Tesla en Alemania se ha convertido en un verdadero caballo de Troya que está logrando erosionar las ventas de los grupos europeos desde dentro. Una instalación que contaba como objetivo fabricar 500.000 unidades al año. Pero ahora, el fabricante norteamericano ha presentado una solicitud en la Oficina Estatal de Medio Ambiente alemana para la expansión de Giga Berlín.
Con esta solicitud, Tesla quiere lograr los permisos para realizar la ampliación necesaria de las líneas de producción para duplicar el objetivo máximo actual, y llegar de esa forma a la impresionante cifra de 1 millón de unidades al año.
El gran reto en este caso será abordar los problemas que han acechado a la instalación de Grünheide durante su fase de construcción. Principalmente los relacionados con la ocupación de un espacio natural, y el acceso al agua.
Para adelantarse a las protestas de los vecinos y los grupos ambientalistas, Tesla ha indicado que esta expansión no requerirá suministro adicional de agua gracias a los procesos de tratamiento y reutilización que han puesto en marcha en los últimos meses.
Con esta ampliación, Tesla podrá ver como la actual producción de 4.000 unidades del Model Y semanales, o unas 200.000 unidades al año, se multiplicará en los próximos meses hasta llegar a una tasa de unas 20.000 unidades a la semana.
Algo que supondrá no sólo ampliar instalaciones, sino también hacer crecer una plantilla formada actualmente por 10.000 trabajadores, que durante la primera fase de expansión se espera que llegue a los 12.000 empleados.
Otro importante reto para la marca americana, que está encontrando dificultades para cubrir todas las vacantes que tiene libres. Actualmente, Tesla necesita ingenieros mecánicos, ingenieros químicos e ingenieros eléctricos para Giga Berlín, todos ellos con experiencia laboral previa. Debido a los problemas para encontrar trabajadores cualificados en la región, ha comenzado a buscarlos también en Polonia, pues la factoría no se encuentra demasiado lejos de la frontera con dicho país.
Esto tiene como resultado una escalada de la producción más lenta de lo proyectado originalmente, lo que hace que el objetivo de llegar al millón de unidades al año sea un reto altamente complejo de lograr, y que parece de momento descartar la posibilidad de fabricar baterías, que de momento seguirán llegando desde fuera de la instalación.
